Obras maestras del grabado antiguo se exhiben en el Museo de Bellas Artes de Sevilla

Es el caso de Rembrandt, Durero y Goya , por solo citar tres creadores que pueden estar en la mente de cualquier interesado en el arte en general y el grabado en particular. Los tres están presentes en «El arte del grabado antiguo» , la exposición que se inaugura este viernes en el Museo de Bellas Artes y que mostrará, hasta el 18 de junio, la singularidad del grabado antiguo a través de sesenta y ocho estampas, desde el Renacimiento hasta el siglo XIX, de la colección Furió .

Esta colección toma su nombre de su creador, el profesor titular del departamento de Historia del Arte de la Universidad de Barcelona, Vincenç Furió , quien la inició hace unos veinticinco años centrada en el grabado antiguo, es decir, hasta el siglo XIX.

En la actualidad, el «núcleo duro» de su colección, señaló ayer Furió en la presentación, la componen trescientas estampas . Para la exposición, de la que es comisario, ha seleccionado sesenta y ocho estampas en función de su «singularidad» y por ser «ejemplos relevantes que enseñen a mirar los logros del grabado antiguo, sus méritos estéticos como obra de arte en sí misma, sin aludir a otro medio artístico».

Bajo esta premisa, se sucede una exposición en la que, de entrada, se pueden localizar obras de grandes artistas que se interesaron por el grabado como medio de expresión artística. Es el caso de Rembrandt, con diez estampas , entre las que se pueden encontrar desde escenas bíblicas, como «Descendimiento (a la luz de una antorcha)» y «San Jerónimo en una habitación oscura», hasta un par de autorretratos con gran riqueza de detalles. «Rembrandt era pintor y grabador, por lo que eligió, por ejemplo, este medio para algunos de sus autorretratos. Para él, el grabado era tan importante como la pintura ».

El esplendor del grabado antiguo como objeto artístico también puede rastrearse en la exposición en obras de maestros como Durero y Goya. Del primero destaca una composición con aires de bestiario mitológico, «La bestia con cuernos de carnero» ; mientras que del segundo se exponen, entre otras, obras pertenecientes a la serie «Los disparates» .

El recorrido por grandes maestros continúa con estampas de Fortuny , como «La serenata»; José de Ribera , «El poeta»; Tiepolo , con «Santa Tecla intercede por la liberación de la peste de la ciudad del Este»; y Canaletto , con «Vista imaginaria de Padua».

La muestra presenta también obras de autores menos conocidos pero que se revelan como obras maestras del grabado , como «Una adoración de los pastores», de Hendrick Goltzius , y la reproducción del famoso grupo escultórico «Laoconte y sus hijos» de los Museos Vaticanos que realizó en 1809 Charles Clement Balvay , conocido como Bervic. Una estampa que, destaca el comisario, «supera en calidad y detalle a las primeras fotos que se realizaban en el siglo XIX».

Más allá de estos detalles, la exposición del Bellas Artes está estructurada en cuatro partes : apreciación y valores, pequeñas obras maestras, grandes estampas a buril, y luces, sombras y color. En el primer apartado, se destaca la calidad de la impresión y la rareza, como dos aspectos apreciados en la valoración de una estampa.