La moda de París a través de los dibujos de Sáenz de Tejada

Aquel testigo excepcional fue el pintor español Carlos Sáenz de Tejada , un artista a quien el incendio de su taller donde desarrollaba estéticas vanguardistas, le llevó en el año 1925 a olvidar esta desgracia en París, y allí descubrió el mundo de la moda.

«La elegancia del dibujo. Crónica de París» es el título de la exposición inaugurada ayer en la sala Murillo de la Fundación Cajasol . En la inauguración, la presidenta de la Fundación ABC, Soledad Luca de Tena , quien destacó el papel de esta institución, «que continuando con el espíritu del fundador de ABC y Blanco y Negro, el sevillano Torcuato Luca de Tena, nació para apoyar la cultura».

La Fundación atesora cerca de 200.000 dibujos de 1.500 artistas . «Nacimos en el 2010, pero hemos hecho ya más de 50 exposiciones». También asistieron el presidente de la Fundación Cajasol, Antonio Pulido, así como el director de ABC de Sevilla, Álvaro Ybarra y el director gerente de ABC de Sevilla, Álvaro Rodríguez Guitart.

La muestra, comisariada por la directora del Museo ABC, Inmaculada Corcho, presenta 127 piezas de Sáenz de Tejada propiedad del Museo ABC de Dibujo e Ilustración , «la colección se compone de 906 dibujos del artista de los que 775 son ilustraciones de moda. Hemos seleccionado dibujos que realizó Sáenz de Tejada para la revista Blanco y Negro , desde 1931 a 1936, tras su regreso de París. El fue pionero del periodismo gráfico de moda».

Pero la figura artística de Sáenz de Tejada, según la comisaria, «había quedado anclada por su relación con el departamento de prensa y propaganda del régimen franquista ».

Nacido en Tánger, Sáenz de Tejada vive su infancia en Francia, y era primo de Ramón Gómez de la Serna. Se prepara con Mezquita para su ingreso en Bellas Artes y en su etapa en París colabora con revistas internacionales como Vogue o Harper´s Bazaar.

En el año 1931 inicia su colaboración con la revista Blanco y Negro. «Lo excepcional es que ABC haya conservado todos los originales de Sáenz de Tejada, que hoy son una colección excepcional».

La comisaria señaló el c arácter teatral y cinematográfico de los dibujos, «donde sitúa a las modelos en paisajes, ambientes y escenografías. El ilustrador aporta mucho más al dibujo que sólo el modelo o el traje».

Además, el artista aporta un sinfín de datos técnicos sobre la confección de cada vestido, de cada diseño, indicando los materiales, o incluso el nombre de la modelo en algunos casos. Algunas de sus crónicas parisinas contaron con los textos de Thérèse Clemenceau , hija del que fuera primer ministro francés.

Vaporosas «batas» para desayunar, trajes de mañana, trajes de tarde, para ir al hipódromo, trajes de novia, de noche, largas colas de gran gala, sombreros y sobre todo, mucho «glamour» y sofisticación, crearon una mujer que se había liberado del corsé , hacía deporte, tomaba el sol sin miedo y subió el largo de la falda.

Sáénz de Tejada hizo carteles y escenografías para la danza de Antonia Mercé «La Argentina» , ilustró libros, colaboró con la Revista de Occidente, trabajó para la Casa Heraclio Fournier, hizo murales decorativos para hoteles e incluso buques, y fue finalmente profesor de la Bellas Artes de San Fernando.

«Modelo Worth. Traje para el esquí, lana marrón, echarpe marrón, naranja y amarillo», reza la leyenda de un impresionante dibujo . «Trajes de viaje de la Infanta Beatriz de Borbón», de Rosine de París. Georgette, lamé blanco de plata, lana escocesa, chiffón, lino natural, moaré... nada escapaba al delicadísimo ojo del artista. Y una curiosidad en sus ilustraciones, los perros, de varias razas y tamaños que se pueden contemplar en sus dibujos.

Carlos Sáenz de Tejada nos transporta con sus ilustraciones a la época más femeninamente libre de la mujer , donde la alta costura como obra de arte, suele perdurar.