Javier Buzón y Fernando Clemente muestran en Sevilla dos formas de entender la pintura

Si la generación de los 80 se desarrolló mirando hacia el movimiento del realismo madrileño, que comandaba un sevillano como Luis Gordillo y alrededor de pintores como Paco Molina , galerías como La Máquina Española y la revista Figura , la de los 90 retomó el ansia de la pintura de la anterior. Tuvo algunos puntos en común, como la pasión por Gordillo y de rebeldía, con movimientos como la Richard Channing Foundation , a la que pertenecía Fernando Clemente junto a Miki Leal y Juan del Junco .

Lo que se denomina ‘pintura-pintura’ es el común denominador de las exposiciones de Buzón y Clemente que estos días pueden verse, la primera en el Centro de Iniciativas Culturales de la Universidad de Sevilla (Cicus) y la segunda en la Sala Atín Aya , dependiente del Ayuntamiento de Sevilla.

‘Más allá de su sombra’ es la exposición que presenta Javier Buzón en el Cicus. A partir del encargo del cartel de la Macarena, que el pintor califica de «inquietante», «empecé a desarrollar iniciativas que antes ni había tocado y empecé a jugar con una serie de bodegones de objetos que yo tenía en casa. Surgieron temas que eran naturales a lo largo de la historia: la serie los floreros, naturalezas muertas... hice un retrato de mi hija, y sin darme cuenta estaba jugando con la memoria».

Dice el pintor que este proyecto personal estaba inspirado en Sánchez Cotán, Zurbarán y en Manet , «como un recorrido vital, y así entro de repente en un terreno más barroco, donde aparece la iglesia de San Luis ». En plena pandemia, sin salir a la calle, pinta paisajes, como si quisiera salir al exterior. Cada temática de esta exposición lleva un estilo diferente, pero «unificada por mi mirada».

Fernando Clemente no ha parado a pesar de la pandemia. Ha inaugurado en Málaga, Madrid, Lisboa y Jerez. Y hasta el 13 de junio en la Sala Atín Aya puede verse ‘Persuasive Painting’ , que nos transporta al mundo de la música mas desconocida.

La exposición recibe al visitante con pistas de lo que va a ver y en una vitrina, tres portadas de discos de vinilo ilustradas por Josef Albers . Imbuido por la Bauhaus , Clemente considera que aquel fue un movimiento que «dignificó al artesano y rompió los límites con el diseño. Yo siempre digo que diseño cuadros».

En las portadas de vinilo, Albers rinde homenaje al cuadrado y explora las posibilidades emocionales del círculo. «Cuando Hitler desmantela la Bauhaus, Albers llega a Estados Unidos donde conoce a Enoch Ligh t, que es violinista e ingeniero de sonido, y empieza a grabar en multicanal, recién nacido el estéreo». En sala Atín Aya de Sevilla, el visitante puede escuchar la música de ‘Persuasive Percussion’ interpretada por la banda de Terry Snyder , The All Stars.

Fernando Clemente escucha los discos (son cinco) y se identifica con ellos. «Soy muy cambiante en mi pintur a, y el artista que no cambia es que está muerto», aunque reconoce que a veces las galerías exigen al artista un mismo estilo por necesidad del coleccionista, «pero a mí eso no me interesa. Cambio porque soy poroso a las nuevas tecnologías y las redes sociales, soy muy curioso».

Clemente, al que siempre se le ha relacionado con la geometría , no se considera un pintor geométrico, cree que su interés por la línea «es más por la forma séptica que no me obliga a narrar nada. Yo encontré esa relación de Albers con los 'standards' del jazz y el uso que yo hago de la geometría».

Este artista piensa que ahora hay una sensibilidad por la recuperación del objeto, tras haber sido arrollado por el minimalismo y el arte conceptual . «Lo ves incluso en las obras de los artistas conceptuales. Por eso yo quería en esta exposición hablar de objeto y de técnica».

Empezó su carrera en 1996 y se decidió por la pintura, «aunque entonces era ir contracorriente . Aunque siempre tengo una necesidad de justificar mi pintura desde el punto de vista conceptual. A mí en la facultad no me enseñaron hacer proyectos, ahora sí se estudia. En el momento que concibo algo, ya está. La investigación llega en el proceso», afirma.

Fernando Clemente dice que ya ha conseguido hablar de pintura libremente, «aunque ahora el arte no le interese a casi a nadie , tenemos que volver a seducir al público, no podemos hacer sólo arte para intelectuales».