La individualidad en «Helliot», la nueva obra de danza de Antonio Quiles

«Helliot» es una pieza que deambula entre varias disciplinas, la danza, el teatro y la performance, principalmente. Antonio Quiles intenta demostrar lo especial que es cada persona, revalorizando la individualidad tan perdida en esta sociedad de la imagen, las redes y la soledad.

Esta puesta en valor de lo que nos rodea, hace que «Helliot» sea un historia de vida, algo que además nos lleva a pensar en los que nos une y nos separa , a veces más por nuestros prejuicios que por la vida en sí.

Por eso este bailarín, Helliot Baeza se reivindica a sí mismo como diferente, y no le importa destacar de su entorno, para convertir en natural lo que hasta ahora hemos considerado distinto.

La obra parte del relato de aquellos navegantes que viajaban con biólogos que documentaban la fauna y flora de los nuevos mundos. Helliot Baeza aparece ataviado con una máscara de caballo, una falda larga y cascabeles en los tobillos, realizando una danza continua, como si fuera un elegante movimiento equino. A partir de ahí, la obra se compone de secuencias sucesivas, donde el artista lo mismo interpreta con lenguaje ininteligible una arenga a modo de «Speakers Corner» , que canta una canción con un antiguo radiocasette, o cambia su cara con muecas incitantes que provocan diferentes sensaciones, o se enreda con una «espuma» que al final casi termina por devorarle.

Helliot Baeza es un intérprete de enorme fuerza expresiva y presencia escénica. No se arredra ante ninguno de los retos que le ha propuesto Antonio Quiles, quien por cierto ha elegido para el montaje una espléndida banda sonora.

Un detalle importante, Helliot Baeza es un artista que trabaja con la compañía Danza Mobile , donde las diferecias no existen.