XXIII BIenal de flamenco
Manantiales de cante desde la Alameda y Jerez
Manuel de la Tomasa y Lela Soto rinden tributo a sus familias en una noche inolvidable de la Bienal
¡Eva Yerbabuena..., y con ella al cielo!
Como Eva ninguna
Sevilla
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Iniciar sesión'De los buenos manantiales' era el nombre del espectáculo que ofrecieron este miércoles en la Bienal Manuel de la Tomasa y Lela Soto, dos jóvenes cantaores que proceden de nobles estirpes flamencas: la de los Torre y los Sordera. ... Por eso, los cantes de la Alameda y de Jerez estuvieron muy presentes en una noche en la que ambos artistas disfrutaron e hicieron que el público vibrara desde el principio.
Manuel de la Tomasa no llega a los treinta años, pero encierra una sabia 'veteranía' que sabe aplicar a todos sus cantes. Comenzó con una malagueña donde tanto la ciudad mediterránea como Picasso salieron homenajeados. «No tengo hoy muchas palabras -dijo el cantaor-. Qué digo con lo impresionante y bonito que es estar aquí. Para mí es un privilegio cantar en el lugar de donde viene mi cante, que es la Alameda. Es como si todos estuvieran aquí conmigo y yo se lo dedico a ellos».
A partir de ahí, Manuel cantó unas alegrías «con todo mi cariño a mi primo Carmelo, que es un ángel por todo lo que ha pasado». Desde los asientos del patio de butaca lo jalearon por sacar «una letra tan bonita». De nuevo la Alameda salió a la palestra cuando se acordó de su «abuelillo» José, «por la herencia que me ha dejado, por sus consejos vivos y por el cante». Otro de los momentos más destacados fue cuando se quedó a solas con su guitarrista, Luis Medina, y abordó unas seguiriyas. Y un poco más tarde recordó el 'Romance del Conde Sol', toná que tantas veces ha pasado por la garganta de José de la Tomasa.
Tras despedirse este joven prodigio del cante entró a escena el arte de Jerez y la herencia de la familia Sordera de la mano de Lela Soto, que comenzó su gran actuación con Antonio Malena hijo a la guitarra e interpretando una pieza más íntima. «Estoy nerviosa, emocionada y me siento dichosa de estar aquí. La Bienal es un sitio importante por el que ha pasado mi familia. Por eso quiero darle las gracias a Luis Ybarra por llamarme».
Después el homenajeado fue el abuelo de Lela, el gran Manuel Soto 'Sordera', a través de una soleá por bulerías que trajo al público el aire fresco de Jerez. A partir de ahí comenzaron unos cantes festeros donde tuvo un destacado protagonismo Antonio Malena, hijo de Antonio Malena y familia de Curro Malena. La artista dijo que «me gusta recordar el cante antiguo» antes de interpretar una milonga a su manera en tributo a Antonio Chacón y al padre de la cantaora, Vicente Soto 'Sordera'. La entrega fue tan grande que Lela se levantó de su asiento y cantó a pleno pulmón, prescindiendo sin la amplificación del micrófono. Después abordó unas bulerías que volvieron a traer la esencia del arte jerezano. La artista bailó ante el delirio de un público que la premió con numerosos aplausos al finalizar la actuación.
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