'Lorca en La Habana': el viaje cubano del poeta llega a la gran pantalla
La cinta, dirigida por el escritor Antonio Manuel y el cineasta José Antonio Torres, se estrenará en el 28º Festival de Málaga
El documental cuenta con un canción original de Jesús Bienvenido y Roko
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Odeón Multicines Plaza de Armas de Sevilla ha acogido este miércoles la presentación del documental 'Lorca en La Habana', que retrata la estancia del poeta en Cuba. Dirigido por Antonio Manuel y José Antonio Torres, el filme celebrará su premier el próximo 21 de marzo en el marco del 28º Festival de Málaga, donde ha sido seleccionado.
Durante la jornada se proyectó la producción y posteriormente hubo una rueda de prensa en la que participaron los dos creadores, el escritor Antonio Manuel y el cineasta José Antonio Torres; Javier Jiménez Noia, el actor que encarna a un personaje que, a su vez, representa a Federico, y los intérpretes de 'Habanera de la máscara', la canción original de la película, el comparsista gaditano Jesús Bienvenido y la cantante jienense Roko.
Antonio Manuel recordó que "Federico llegó a Cuba el 7 de marzo, hoy es 5 de marzo. Estamos en las vísperas de la llegada de Federico a La Habana. Es una de las estancias más transformadoras para Federico y, sin embargo, una de las más desconocidas".
«Federico nació en Cuba»
Lorca es universal. No obstante, en España y en Cuba se tienen dos visiones muy diferentes de su figura. Para José Antonio Torres, dirigir esta cinta "ha sido un descubrimiento, porque creo que a Lorca se le ha tenido secuestrado en el martirologio, se ha centrado mucho su figura a su final, a la tragedia... Descubrir un Lorca que verdaderamente es feliz y poder recuperar los elementos lorquianos, ha sido un regalo que nos hemos encontrado prácticamente de casualidad". De ahí que "todos los entrevistados son cubanos. No hemos recurrido a hispanistas porque lo que buscábamos era una visión externa de Federico".
Al ser un documental, "hemos querido darle esa autenticidad al relato a través de frases propias de los personajes, algunas incluso son literales", confesó Torres.
Esta obra surge a raíz de una idea de Marcelo Ripado que, aprovechando la publicación de 'García Lorca y Cuba: Todas las Aguas', de Urbano Martínez Carmenate, llevó al equipo a viajar por primera vez a Cuba para hacer un trabajo de preproducción. "Nos impactó que el viaje no se conociera. Era un compromiso intelectual con Federico, con Andalucía y con la Historia de la Literatura Universal", admitió José Antonio.
Para entender la situación, es necesario tener en cuenta el contexto y empatizar con Lorca: "Salir de esa España nacional católica, de ese ambiente de flores tristes, de esa dictadura de Primo de Rivera, y encontrarse con una Andalucía abierta, con intelectuales de primer nivel que también están luchando contra la dictadura de Machado, le hace ver que hay una hermandad entre su identidad y la identidad negra cubana", señaló Antonio Manuel. "Su vida cambia radicalmente después de La Habana. Es allí donde toma la decisión de regresar a España convencido de que tiene que ayudar a la República, porque él sabe que es la manera de ayudarse a sí mismo. Comprometerse con los valores republicanos, la democracia y la libertad, es comprometerse con su propia vida. De ahí que ojalá esta película sirva para reivindicar todo lo que Federico significa entonces y hoy. No creo que sea una película de memoria, ni de pasado, nosotros estamos convencidos de que es una película de futuro, especialmente en los tiempos que vivimos".
De La Habana al cine
'Lorca en La Habana' sigue un orden cronológico, y empieza poniendo al público en situación: el 26 de junio de 1929, Federico desembarca en la ciudad de Nueva York, donde reside hasta el 4 de marzo de 1930. El día 7, llega a Cuba, y permanece en el país hasta que, el 12 de junio, regresa a España. Durante esos tres meses, recorre diferentes ciudades de la isla, desde su capital, hasta Valle de Viñales, Mariel, Pinar del Río, Santiago de las Vegas, Batabanó, Matanzas, Varadero, Cienfuegos o Guanabacoa.
A lo largo del filme, Javier Jiménez protagoniza diferentes secuencias ficticias que sirven de contextualización. Todas estas escenas "fueron grabadas del tirón. Hicimos dos días de ensayo y dos días muy intensos de rodaje. El último día fueron 19 horas de rodaje. Fue intensito, que para Lorca viene bien", revela.
En diferentes fragmentos de su actuación, los temblores de su boca llaman la atención. "Hay una cosa de los actores que cuando te viene algo no lo puedes echar para atrás, hay que sumarlo a la interpretación, siempre va a venir bien. Yo estaba relajado, pero temblaba, y lo que me sale lo pongo, porque si lo ocultas, ya no estás actuando, estás mintiendo, que es diferente".
Las escenas de Lorca no son las únicas simulaciones, las de los coetáneos cubanos con los que tuvo relación, y que comparten su perspectiva a través de una entrevista, también lo son. Algunos de los entrevistados son el escritor José María Chacón y Calvo, la etnóloga Lydia Cabrera, el musicólogo Adolfo Salazar, el poeta Nicolás Guillén o Flor Loynaz.
Sin embargo, no todos los personajes son ficción en este documental, y el discurso se compone, en parte, a base de conocimientos de expertos en diferentes materias, cuyos discursos giran en torno a la figura del poeta: Urbano Martínez Carmenate, Luis Machado Ordext, Anthony Bernal Ruesca, Tania Licea Jiménez, Ciro Bianchi y Tony Bernal.
A creaciones como esta hay que darles el final que merecen, y 'Lorca en La Habana' termina con Federico cogiendo su maleta y desapareciendo de la escena al mismo tiempo que un fundido tiñe de negro la pantalla, dando paso a fotografías reales de Lorca y, posteriormente, a los créditos. De fondo, suena 'Habanera de la máscara', un tema que "por la fecha en la que se ha grabado, no hemos tenido la posibilidad de hacerlo juntos", confiesa Jesús Bienvenido. "Lo hemos hecho comunicándonos por teléfono, pero cada uno lo ha grabado en un estudio diferente por razones de trabajo y distancia. Hemos intentado acercarnos lo máximo posible. Esto no solo nos ha ocurrido a Roko y a mí, también al resto de músicos. En ese momento, gracias a Dios, todo el mundo estaba trabajando en algo. Ese ha sido el mayor reto para nosotros, poder empastarlo todo y que quede tan bien".
Lo cierto es que Jesús Bienvenido, como otros artistas que han formado parte de la creación musical del documental, se encuentra en un momento clave de su carrera. Recientemente, volvió al Carnaval tras ocho años sin pisar la tarima del Gran Teatro Falla. "Ha sido un encuentro muy amable, lo he disfrutado mucho y ha estado recompensado con el primer premio. Pero el verdadero premio ha sido que la comparsa ha gustado, que lo que he hecho se ha quedado en la afición de Cádiz y la gente ha hecho suyo el mensaje".
Bienvenido afirmó que "entrar a un proyecto como el de Las Ratas es aparcar lo que uno estaba haciendo para dedicarse al Carnaval, porque es muy absorbente y muy exigente. Esto que teníamos con 'Lorca en La Habana' lo habíamos terminado antes, sino habría sido imposible. Yo soy reacio a hacer Carnaval porque me quita de otras cosas, pero creo que me ha traído muchas cosas buenas". Por ejemplo, la grabación del nuevo disco '4 Suites de Momo', así como un nuevo proyecto teatro-musical, tras el éxito de 'El Rámper'.
Por su parte, para Roko, ha supuesto “una satisfacción y una alegría muy grande participar en esta obra de arte de tanto talento y tanta dedicación”. Junto a Jesús, han logrado "unir los tintes de Andalucía y La Habana" en una melodía que refleja ese vínculo profundo entre ambos mundos, el mismo que Lorca sintió en su estancia en Cuba.
El homenaje que Lorca merece
Lorca llegó a la isla en un momento de crisis tras el crack del 29, pero también en una época de cambio intelectual y ruptura. Allí encontró la libertad que no tenía en su tierra, sintiéndose en casa, pues "Cuba es la huella de Andalucía". Tal y como confesó en una carta que envió a sus padres, allí lo llamaban "el rey de Andalucía" y lo trataban "como a un príncipe europeo". En la isla vivió una felicidad plena, lejos de las miradas que lo asfixiaban en España, salvo una, la de Emilio.
El destino lo llevó de regreso porque "volver a España era mi deber como poeta", dijo, aunque lo hizo "desacatando las leyes de mi cuerpo". No partió para volver a casa, sino para despedirse de ella, temiendo que la máscara que allí se le cayó, en España terminara por crecerle en el rostro "más rápido que la barba".
Tal fue la felicidad que Lorca sintió en La Habana, que decía: "Si me pierdo, que me busquen en Andalucía o en Cuba". Un rincón del mundo que marcó profundamente su vida y que, sin embargo, sigue siendo un dato desconocido para muchos. Por eso, este documental es tan importante: rescata esa conexión entre Lorca, Andalucía y Cuba, y permite comprender una etapa clave en su vida, en la que encontró la alegría, la libertad y el refugio que tanto anhelaba.
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