El legado sevillano de Depeche Mode

La afición por los de Basildon le viene a Gerardo de lejos, ya que su padre era un gran amante de la música electrónica y tenía a Kraftwerk como grupo de cabecera. «Mi padre me llevó a ver Kraftwerk y me descubrió Depeche Mode», recuerda. Era aproximadamente el año 1983, cuando en las radios de todo el mundo sonaba el clásico de Depeche Mode 'Everything Counts'. Pero este gusto se tornó en pasión en 1986, fecha en la que el grupo publicó su quinto disco de estudio, 'Black Celebration'. «Ahí ya me encandilaron totalmente y eso aumentó en 1987 cuando sacaron su disco 'Music for the Masses', que fue el que le dio el gran éxito mundial».

Confiesa Parra que lo que más le atrajo de los ingleses fue el hecho de que mostraran una imagen que era «totalmente diferente al del resto de los grupos». Este sevillano había trabajado como DJ en destacadas discotecas como la Melkweg de Amsterdam o la del Albert Hall de Londres. «Yo pinchaba música punk y disco, pero la de Depeche Mode era muy distinta porque su sonido era mucho más oscuro». Coincidiendo con el lanzamiento de su disco más popular hasta la fecha, 'Violator' (1990), este fan de Depeche Mode pinchaba en discotecas como EM y Bunda música del grupo. «Compré por primera vez un vinilo para pincharlo. Era el de unos remixes del clásico 'Personal Jesus'».

Un accidente de coche en Virgen de Luján impidió que Gerardo Parra asistiera al que hubiese sido su primer concierto de Depeche Mode, uno de los dos que el grupo ofreció en España en noviembre de 1990. Sin embargo, tres años después se desquitó viéndolos en la Plaza de Toros de las Ventas dentro del 'Devotional Tour'. «Esta entrada se vende ahora a un precio carísimo», confiesa. Desde ese 15 de julio de 1993 los ha podido seguir en 46 ocasiones, que aumentarán a 51 después de los cinco próximos conciertos que ofrecerán por la Península Ibérica.

Parra tiene más de 200 vinilos con todos los discos de estudio originales de la época y otras nuevas ediciones remasterizadas de 180 gramos. Posee joyas como las versiones europea y japonesa del single 'World in my Eyes', que es su canción favorita del grupo. También tiene un maxi original en vinilo de 'Enjoy the Silence' que es muy difícil de encontrar. Uno de sus vinilos más cotizados es el 'Songs of Faith and Devotion Live' (1993), que puede llegar casi a los 400 euros en el mercado. Otra de las piezas más destacadas de su colección es el primer vinilo en el que apareció una canción del grupo. Se trata del recopilatorio de 1981 'Some Bizzarre Album', que contenía el tema 'Photographic'. También tiene las ediciones inglesas y japonesas de los singles y caras B en formato CD que pueden superar juntas los 1.000 euros.

Ahora este fanático sevillano de Depeche Mode es consciente de que esta puede ser el último tour del grupo, por lo que intentará conseguir una entrada para uno de los tres conciertos finales de la gira mundial que estos ofrecerán en Colonia los próximos días 3, 5 y 8 de abril. «Voy a intentar verlos, pero yo tengo la esperanza de que esta no sea la última gira. Creo que, si Dave Gahan quiere, sacarán un nuevo disco en el futuro que será ya el de la despedida», concluye.