Jerez vive una noche de excelencia musical con Plácido Domingo como cabeza de cartel

La noche comenzó con la interpretación de «La Danza de las Horas», de la ópera «La Gioconda», una de las más reconocidas de Amilcare Ponchielli, por parte de la Orquesta. Posteriormente, salió por primera vez al escenario el cabeza de cartel entre una fuerte ovación del público. «Nemico della patria» fue la primera pieza que interpretó Plácido Domingo.

Continuó Ainhoa Arteta cantando «L'amour est un oiseau rebelle», conocida popularmente también como «Habanera», perteneciente a la ópera Carmen. Al término de la misma, la voz de Plácido Domingo se dispuso a cantar «Pietà, rispetto, amore», de «Macbeth», ópera de Giuseppe Verdi.

Respeto y amor profesaban los asistentes a uno de los tenores españoles más reconocidos internacionalmente. A sus 81 años y con más de cinco décadas de trayectoria, Plácido Domingo sigue entregándose sobre los escenarios como si fuera el primer día, como si aún tuviera algo que demostrar.

Fue entonces el turno del tenor que actuaba en casa: el jerezano Ismael Jordi. Se estrenó en esta noche con «Pourquoi me reveiller». Una vez que las tres voces deleitaron en solitario al público congregado, comenzaron los duetos. El primero fue el de Domingo con Jordi, quienes interpretaron conjuntamente «Au fond du temple saint».

La noche fue muy especial para todos los asistentes, pero debió ser particularmente emotiva para Ismael Jordi. El tenor cantaba en su tierra y sobre el mismo escenario que Plácido Domingo y Ainhoa Arteta. Y, además, estaba dejando su impronta sobre la Bodega Las Copas, maravillando al público con su majestuosa voz y forma de interpretar.

Tras la interpretación de la Orquesta Sinfónica de Málaga de «Trisch Tratsch Polka», continuaron Domingo y Arteta con la interpretación conjunta de «Calle el labio», antes de que la orquesta volviera a tocar en solitario «Danza española», del gaditano Manuel de Falla.

«Luche la fe por el triunfo», cantó Plácido Domingo, seguido del «El Chotis de Eliseo», a cargo de la preciosa voz de Ainhoa Arteta. Después, llegó el tercer dueto del espectáculo, interpretando el tenor y la soprano «En mi tierra extremeña».

Prosiguió la actuación con la romanza «Por el humo se sabe», de la zarzuela «Doña Francisquita», interpretada por el tenor jerezano. «Canción de paloma», que cantó Arteta, y «Feliz morada», en dueto por Domingo y Jordi, fueron la antesala a uno de los momentos culmen de la noche –uno de los tantos que hubo a lo largo de las dos horas de actuación-.

Llegó el turno del guitarrista clásico español Pablo Sáinz-Villegas, quien interpretó junto con la Orquesta Sinfónica de Málaga «Libertango» y «Tico-Tico». Fue una combinación fabulosa y emocionante que recibió una fortísima ovación.

Con «¿Me llamabas, Rafaeliyo?», de «El Gato Montés», Arteta y Domingo se ponían en la piel de Soleá y Rafael, respectivamente, para cerrar el programa. No obstante, la noche no había terminado. Los bises deparaban momentos únicos.

Plácido Domingo cantó «La morena de mi copla» y le siguió Ainhoa Arteta que, junto con Sáinz-Villegas a la guitarra, 'susurró' de forma muy íntima y dulce «Alfonsina y el mar». Le dedicó esta canción de Mercedes Sosa a Plácido Domingo, «a todos los que no se encuentran bien» y, en especial, a los sanitarios: «siempre están para salvar lo más preciado que tenemos, la vida», dijo emocionada la soprano.

«Bella enamorada» -de la zarzuela «El Último Romántico» y que interpretó Ismael Jordi- quedó Jerez con esta «noche de amor, noche misteriosa» y noche de excelencia musical. 

El tenor madrileño cantó «Granadinas» con el acompañamiento de la guitarra de Pablo Sáinz-Villegas. El de Logroño dejó patente su dominio virtuoso del instrumento con unos punteos y rasgueos casi impensables.

El broche de oro llegó con la interpretación conjunta de los dos tenores y la soprano de la canción de Luis Miguel «Bésame mucho», con unos sones muy alegres por parte de la Orquesta. Fue una genialidad, o como se dice por estos lares, «un auténtico disparate» para poner punto y final a una noche grandiosa.

Como curiosidad, durante el saludo de los artistas a la fuerte y sincera ovación del público, Plácido Domingo llamó a su nieto para que se uniera a saludar, quien había estado tocando junto a la Orquesta durante la actuación.