Vía libre a la reordenación de los suelos del entorno de Santa Justa

De este modo, la Junta de Compensación gestionará, en nombre de sus propietarios y titulares de derecho de los suelos, las actuaciones que se realicen para la reordenación de los suelos del entorno de la estación de Santa Justa. Unos terrenos que pertenecen a Adif y al Ayuntamiento de Sevilla en una proporción aproximada del 66 y del 33%, respectivamente. Se trata de un trámite que estaba pendiente desde hace varios meses, toda vez que los documentos presentados por la entidad estatal para su aprobación inicial no cumplían las expectativas de la Gerencia. También era necesario que se presentara una documentación registral que acreditara la propiedad actualizada de dos fincas expropiadas en su día por el Estado para la construcción de Santa Justa, que constan inscritas de pleno dominio a favor de terceros en el Registro de la Propiedad de Sevilla.

Según el expediente que se someterá hoy a su aprobación definitiva en el Consejo de Gobierno de Urbanismo, por parte de Adif se han solventado recientemente estas exigencias, presentando tanto unos nuevos proyectos de estatutos como las bases de actuación para gestionar este ámbito con las correcciones exigidas, además de la documentación registral requerida referente a las dos fincas mencionadas. Aclara el documento que, este paso que se dará en la reunión de esta mañana, permitirá que se pueda crear esta Junta de Compensación para dirigir el plan de modernización del entorno urbano de la estación de Santa Justa, sin perjuicio, eso sí, de las actuaciones que los titulares registrales de estas fincas afectadas puedan emprender.

Cabe destacar que el plan especial para la reordenación de estos suelos fue aprobados por Ayuntamiento de Sevilla en un Pleno celebrado en el mes de febrero del año 2023. Su objetivo pasaba por desarrollar urbanísticamente unos terrenos que tienen un total de 118.468 metros cuadrados de superficie y 73.841 metros cuadrados de edificabilidad. En ellos se albergarán usos muy variados que irán desde los lucrativos a los residenciales y terciarios, dando así una segunda oportunidad a unas parcelas que permanecen vacantes y pendientes de ordenar y desarrollar desde 1992, año en el que se puso en funcionamiento la estación de trenes.