Silvia Tubio, premio Fundación Policía Española: «El periodismo de sucesos es el más bonito que existe y la Policía me abrió sus puertas»

La periodista de ABC de Sevilla, Silvia Tubio, recogió el premio de prensa escrita y digital por un reportaje titulado «Tras la pista de los esclavos del siglo XXI en el campo sevillano», en el que acompañó al grupo de la Unidad Central de Redes de Inmigración y Falsedades Documentales (UCRIF) de la Policía Nacional en Sevilla, que combate las redes de trata de personas.

El reportaje se centraba en las víctimas de explotación laboral, una vertiente que suele tener menos repercusión mediática que los casos de víctimas de explotación sexual, pero cuya incidencia no deja de crecer en los últimos años. Tubio agradeció el premio «después de 20 años haciendo periodismo de sucesos, el periodismo más bonito que existe -dijo-, a pesar de las llamadas a las cuatro de la madrugada y de esos crímenes y sucesos que surgen a cada hora». La periodista de ABC agradeció a la Policía Nacional su colaboración y que le abriera las puertas «desde el principio» para poder realizar bien su trabajo.

El ministro Fernando Grande Marlaska calificó de «brillante» este reportaje y dijo que las profesiones de policía y periodista son «nucleares» para nuestra sociedad democrática, «dos profesiones que deben entenderse y que, de hecho, se entienden». También dijo que el elevado reconocimiento del que goza la institución policial en España no se explicaría sin la labor de los medios de comunicación «que ayudan a difundir la labor que realizan».

El ministro también elogió el trabajo del periodista Juan Ramón Lucas, galardonado por el programa titulado «Cómo Funciona Madrid-Policía Nacional», emitido en Telemadrid. El periodista narra la labor que lleva a cabo la Policía Nacional en la ciudad de Madrid para preservar la seguridad de la ciudadanía a través del Centro Inteligente de Mando Comunicación y Control (CIMACC), la Oficina de Denuncias de la Comisaría de Policía Nacional del Distrito Centro y la Policía Científica. Al recoger su premio, Lucas dijo que un TEDAX (técnico especialista en desactivación de artefactos explosivos) le regaló una camiseta de la Policía Nacional y que se la pone todos los días para correr «en los amaneceres de Madrid» con la esperanza de que las personas que lo vean, piensen que es policía, una institución de la que se declaró admiradora y de la que dijo «es el dique nos permite vivir con seguridad y libertad y proteger nuestros derechos».

En la categoría de radio, Isabel Villar, premiada por su reportaje «El hueso se tarda más en analizar, las uñas son las grandes olvidadas», emitido en el programa Hora 25 de la cadena Ser, agradeció la amabilidad y la paciencia de los agentes de la Policía Científica: «No me dijeron que era una pesada, que es lo que fui, y me ayudaron a explicar a la audiencia su complejo trabajo de identificación de víctimas de incendios o grandes accidentes».

En la categoría de Valores Humanos, los policías nacionales Iván Fuentes Gracia y Samuel del Arco Ferruz, destinados en la Jefatura Superior de Aragón, recogieron su premio por haber salvado la vida de una mujer que estuvo a punto de ahogarse en el río Ebro a su paso por el puente del Pilar, en la ciudad de Zaragoza. Los agentes se lanzaron al agua y nadaron hasta ella sorteando remolinos, ramas arrastradas por la corriente y pozas, para salvarla.

Uno de los dos policías premiados aprovechó la presencia del ministro para pedir más apoyo a las fuerzas de seguridad y una legislación que «apoye a los buenos y no a los malos». En una intervención muy aplaudida por sus compañeros, que llenaban la sala de Fibes donde tuvo lugar la gala, relató las dificultades a las que se enfrentan los agentes por la falta de medios y por unas leyes que, a su juicio, protegen más los derechos de los delincuentes que los de sus víctimas -y de los policías y guardias civiles que tratan de protegerlas-.

Aunque las palmas echaron humo cuando puso fin a su breve pero intensa intervención -que terminó con tres vivas a la Policía Nacional, al Rey y a España-, el más aplaudido de la noche fue Julián García, el conserje del edificio de Campanar, en Valencia, que salió ardiendo el pasado 22 de febrero y que con su heroico comportamiento, avisando casa por casa a los vecinos para que la desalojaran, salvó muchas vidas. Cuando recibió el premio (el último de una larga serie de merecidas distinciones), sólo dijo «gracias».