Sevilla alcanza niveles históricos en sus embalses de agua, que ya superan el 81%

La borrasca Jana, que está dejando muchas precipitaciones este fin de semana en la capital y alrededores, ha situado los registros reservas de agua en un 81,2 por ciento, cifras que garantizan el agua para más allá de los cinco años venideros. Unos números que tienen visos de mejorar próximamente, ya que las previsiones apuntan a que aún restan jornadas de precipitaciones durante la próxima semana.

De esta manera, ya hay dos embalses de gestiona Emasesa que están al 100% de su capacidad y que, por ende, se ven obligados a desembalsar agua. Se trata del embalse del Gergal que tiene completos sus 35,04 hectómetros cúbicos de capacidad; y el de Melonares, situado entre los términos municipales de Castiblanco de los Arroyos y El Pedroso y el más grande de la provincia, que ya colmó sus 185,6 hectómetros cúbicos de capacidad.

En aquellos embalses que no están llenos se ha producido también una fuerte subida del nivel de agua acumulada. El embalse de la Minilla, con una capacidad máxima de 57,8 hectómetros cúbicos ha pasado en pocos días del 78,7 por ciento de su capacidad al 86,7, con un volumen embalsado de 50,09 metros cúbicos. También el embalse de Cala, localizado en El Ronquillo, se encuentra rozando su capacidad máxima con un 87 por ciento, es decir 51,16 hectómetros cúbicos de agua embalsada de un total de capacidad de 58,8.

También han visto aumentada considerablemente sus reservas los embalses de Aracena, que con una capacidad máxima de 128,65 hectómetros cúbicos cuenta con un volumen embalsado de 86,49 hectómetros cúbicos (67,2 por ciento de su capacidad máxima); y el Zufre, que se encuentra al 64,2 por ciento con un volumen de agua embalsada de 112,49 hectómetros cúbicos.

Estas lluvias continuas sobre Sevilla están asegurando las reservas de agua por más de un lustro, hasta el punto de que se alcanzan niveles nunca vistos desde que se tienen registros. El porcentaje de agua acumulada respecto a la capacidad total en Sevilla tiene su máximo histórico en el año 2013 cuando se alcanzó el 90,8%, pero por aquel entonces no se encontraba activo el pantano de Melonares, el más grande la red que abastece Sevilla, por lo que el agua acumulada en aquel año era de 358,2 hectómetros cúbicos, lo que entonces garantizaba el consumo por los siguientes tres años.

La cifra actual, a la espera de las lluvias que se sigan produciendo durante los próximos días, ya registran un 81,2 por ciento de la capacidad total de agua embalsada, sumando 520,87 hectómetros cúbicos de agua que, sin duda, garantizan más allá de los cinco años de suministros a Sevilla y los once municipios pertenecientes a la red -Alcalá de Guadaíra, Alcalá del Río, Camas, Coria, Dos Hermanas, El Ronquillo, La Puebla del Río, La Rinconada, Mairena del Alcor, San Juan de Aznalfarache y El Garrobo.

Históricamente, por la situación climática en la que se enmarca España, la mitad norte del país con un clima más húmedo, frío y en el que son frecuentes las precipitaciones, ha acumulado más agua que la mitad sur, más cálida y seca. También ocurre en la actualidad, si bien la situación de las reservas de agua a nivel nacional reflejan que la provincia de Sevilla es la que más agua embalsada tiene respecto a su capacidad total de todas las que componen Madrid, Extremadura, Castilla La-Mancha, Comunidad Valenciana, Murcia y Andalucía.

Una situación que ha mejorado ostensiblemente desde la apertura del pantano de Melonares en la provincia de Sevilla, una apertura que no estuvo exenta de polémica por las protestas ecologistas a su construcción se metía en el parque natural de la Sierra Norte. Su construcción se demoró diez años entre polémicas, controversias políticas y exigencias europeas, que condicionaron la construcción de Melonares a un uso exclusivamente para el consumo humano, descartando el uso del agua para regadíos. De esta manera, este pantano propicia que las reservas de agua para Sevilla y su área metropolitana den para año y medio más que si no se hubiera construido.