Sociedad
Mesa de la Infancia del Polígono Sur: un escudo humano frente a la exclusión para más de mil niños
Una decena de ONG y entidades componen el sistema de ayudas y han redoblado su labor a raíz de la crisis sanitaria para dar cobertura a los menores y sus familias con la educación como fundamento
Menores de uno de los programas culturales de la Fundación Alalá
El enorme problema de exclusión que sufre el Polígono Sur de Sevilla , barrio más pobre de España desde hace ya años según los parámetros oficiales y el informe Urban Audit, plantea actuaciones inmediatas e incluso urgentes. Pero también un planteamiento a medio y ... largo plazo para poder escapar de la marginalidad, especialmente la de la población infantil y juvenil: la vía de la educación. Siendo un aspecto esencial como es, no parece que se pueda llegar a todos sus ‘agujeros negros’ desde las administraciones públicas, de ahí que cobre cada vez más importancia el trabajo que vienen realizando sobre el terreno organizaciones no gubernamentales (ONG) y fundaciones.
Desde hace unos meses, y con el impulso al que ha obligado la pandemia de coronavirus, esta labor de las entidades privadas se está canalizando y coordinando a través del Comisionado del Polígono Sur, que ha creado la llamada Mesa de la Infancia como espacio cooperativo entre los diferentes profesionales de servicios sociales comunitarios, centros educativos, centros de salud y entidades del tercer sector, además de la propia oficina del Comisionado . Sus objetivos son bastante ambiciosos y pasan por crear un espacio de trabajo compartido, cooperativo e interdisciplinar para optimizar al máximo los recursos sociales en beneficio de los menores y sus familias, además de fijar procedimientos concretos de actuación, metodologías conjuntas y facilitar la puesta en marcha de ‘casos compartidos’ entre varios servicios.
Teniendo en cuenta los datos que maneja esta mesa, debe destacarse la ingente misión de los servicios sociales comunitarios que trabajan a diario atendiendo a muchas familias y cubriendo sus necesidades desde diferentes ámbitos, especialmente el educativo, columna vertebral de estas actuaciones pues se desarrollan gran parte de los trabajos en los centros de enseñanza a los que acuden los menores. En ese sentido, son ocho las organizaciones o fundaciones que están integradas en este sistema, con el que actualmente están dando una cobertura que alcanza nada menos que casi setecientas familias y a alrededor de mil cien menores en esta zona deprimida de la capital andaluza. Las cifras de población asistida hablan por sí solas de la actividad desarrollada por ONG y entidades privadas en el barrio. Esta red de entidades sociales dedicadas a la intervención educativa y familiar que se ha creado y trabajan de manera coordinada son un verdadero escudo frente a la exclusión más severa.
Amplio abanico de ayudas
En este trabajo con las familias, una de las principales fundaciones es la del Proyecto Don Bosco , con más de 360 personas atendidas entre menores y progenitores. Su programa socioeducativo, que atiende a 86 jóvenes, contempla actuaciones que sirven de soporte para responder a las necesidades específicas de los menores con un método basado en el protagonismo de la persona y su proceso de maduración. Esta organización salesiana tiene en marcha también el proyecto Eracis, dependiente de la Consejería de Políticas Sociales, para favorecer los procesos de inclusión sociolaboral mediante «actuaciones de tutorización y mediación» que faciliten el acceso a los recursos públicos de los que dispongan los distintos sistemas de protección social, así como a través de itinerarios individualizados de inserción. Un programa con 280 personas adscritas que sirve para reducir las distancias para acceder a un puesto de trabajo, básicamente.
La asociación Entre Amigos , por su lado, tiene en el centro de día su principal referente, con atención para una treintena de menores. Da respuesta a familias que se encuentran con dificultades para llevar a cabo rutinas y tareas diarias con sus hijos, incluso de higiene. Los menores pueden ducharse, cambiarse de ropa, desayunar y lavarse los dientes antes de asistir a sus centros escolares, garantizando así la asistencia diaria al colegio. A su vez, cada familia se compromete a participar en el proceso de intervención y seguimiento diario a través de entrevistas, actividades grupales, coordinación con los centros educativos y visitas a domicilio. Esta entidad da cobertura a 400 chicos con actividades extraescolares independientemente del centro de día. Su programa ‘Igualando al sur’, por otra parte, se centra en el trabajo de calle con los menores fuera del horario escolar, durante las tardes y los fines de semana, con la idea de fomentar el ocio saludable y la buena convivencia.
Otra de las organizaciones no gubernamentales que trabajan en el Polígono Sur es la Fundación Atenea , cuyo servicio de orientación familiar (’ApoyArte’) atiende al año a unas 140 familias en riesgo o situación de exclusión social; en total, se superan las 1.600 intervenciones individuales y actualmente este sistema presenta itinerarios personalizados de inserción sociolaboral abiertos, dando servicio de manera directa a un centenar de personas. Esta fundación posee además su servicio ‘Antena de riesgos’ para prevenir la exclusión en jóvenes y dar cobertura a grupos familiares en coordinación con otras instituciones, con más de 1.300 intervenciones al año.
Otra de las entidades que está consolidándose con su labor en esta demarcación deprimida de la ciudad es la Fundación Alalá , que trabaja con 150 menores y adolescentes ofreciendo apoyo familiar para combatir el absentismo escolar usando la expresión artística como incentivo. La base de su trabajo con los menores se encuentra en su escuela de arte, la de música y la de deporte. Esta fundación concede becas a estudiantes de bachillerato del barrio, aunque también ha otorgado una quincena a universitarios para grados o másteres en la Universidad Loyola Andalucía. Como todos no quieren estudiar, la fundación ofrece, de un modo original, más disciplinas en torno al flamenco. La cuestión es encontrar una salida.
Contra el absentismo escolar
A ello hay que sumar la labor de la Asociación Cima , que mantiene articulados dos programas en este barrio con necesidades de transformación para dar una cobertura esencial a 90 familias. Uno de ellos es el programa de intervención sociofamiliar desde los centros educativos, estrenado nada más estallar la pandemia, en marzo de 2020, y que cofinancia el Ayuntamiento. Con él se atiende a 82 familias, la mitad en el instituto Antonio Domínguez Ortiz y la otra mitad en el colegio Giménez Fernández. Se trabaja especialmente para evitar el absentismo y el abandono escolar. El otro programa de Cima en el Polígono Sur es el de intervención y atención a las familias, con el que se atiende a ocho grupos familiares derivados de los servicios sociales.
También referente en el trabajo social que se realiza en esta zona de Sevilla es la asociación Adara , entidad que ofrece ayuda a unas 320 familias mediante una decena de programas destinados a la integración de la infancia. Uno de ellos está orientado a lucha contra el absentismo escolar y engloba a 110 familias, con las que se trabaja para que los chicos acudan a clase e intenten sacar adelante los estudios básicos. El de atención a las necesidades básicos aporta esa ayuda social elemental a más de doscientas familias, por otro lado. En ese sentido, durante el confinamiento del año pasado, por ejemplo, Adara pudo atender a 176 familias vulnerables de las Tres Mil Viviendas haciendo honor a su lema: «La familia: cuidando desde lo más pequeño».
Realiza una importante labor sobre el terreno desde el año 2016, además, la Liga Española de la Educación , que está desarrollando en el núcleo más problemático y degradado del barrio, el de Martínez Montañés y Murillo (en ‘Las Vegas’) un programa de prevención de embarazos tempranos que atiende en estos momentos a 203 personas. Este programa está íntimamente relacionado con el fracaso y absentismo escolar por su vínculo con embarazos en adolescentes en plena etapa educativa que dejan a un lado la misma. Por otro lado, la Asociación Cultura Gitana Vencedores atiende a unas ochenta familias —alrededor de quinientas personas, según las estimaciones de 2020— a través de su escuela de fútbol que busca la integración a través del ‘deporte rey’ como con el programa de garantía alimentaria para quienes menos recursos poseen. Varias de las ONG realizan sus programas con el apoyo de voluntarios del propio pueblo gitano. Entre todos, la red para evitar la mayor de las caídas es cada vez más amplia al sur de Sevilla.
Renovación a precio de tarifa vigente | Cancela cuando quieras