La Madeja: la dignidad de Beltrán Pérez
El portavoz del PP en el Ayuntamiento ha rechazado varios puestos para seguir en la política porque quiere cambiar de vida
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Iniciar sesiónCuando la política se convierte en una profesión se desprestigia. Saber irse es muy difícil, pero también muy reconfortante. Beltrán Pérez se afilió al PP cuando todavía era un estudiante universitario y pronto ocupó puestos de relevancia en Nuevas Generaciones hasta desembarcar en ... el Ayuntamiento de Sevilla como concejal tras las elecciones de 2003. Fue uno de los revulsivos del partido en la era posterior a Soledad Becerril y, sobre todo, el edil más incisivo en la estrategia de oposición q ue llevó a Juan Ignacio Zoido a la mayoría absoluta más holgada de la historia de la ciudad. En estos 20 años ha vivido toda clase de peripecias políticas, desde las denuncias de Mercasevilla y la cooperación al desarrollo durante el gobierno de Monteseirín y Torrijos hasta su etapa como delegado de Participación Ciudadana . Y después de un proceso orgánico catastrófico para la imagen del partido, en el que rompió con el zoidismo para alistarse con la corriente crítica que teledirigía Javier Arenas, consiguió ser elegido como candidato a la Alcaldía.
Pero aquella fue una victoria pírrica . Ahí comenzó su declive. Porque no se puede triunfar con tu ejército dividido. Beltrán Pérez ha pagado sus decisiones, porque volvió a escindirse de la ganadora del cruento congreso de hace cuatro años, Virginia Pérez, y ahora ambos son enemigos políticos íntimos . Por lo tanto, no volverá a liderar la lista del PP en Sevilla. Virginia ha querido precipitar su salida sólo unas semanas después de revalidar la presidencia y a Beltrán sólo le ha quedado una opción para evitar irse por la puerta de atrás .
Cogió el AVE hasta Atocha y se sentó con el secretario de organización nacional, Alberto Casero, y con su vicesecretaria, Ana Beltrán, para plantearles una tregua. Desde San Telmo le pedían que aguantara , pero él ha optado por la dignidad y no atrincherarse. Se irá y dejará paso al siguiente, pero no de forma abrupta. Con honores. Desde la Junta le han ofrecido varios puestos para seguir en la política, pero él los ha rechazado. Sus planes son otros. Dejará la portavocía de forma serena a comienzos del verano en cumplimiento de un pacto que ha sellado con Génova, mantendrá su acta de concejal sin asignación económica hasta el final del mandato por respeto a los sevillanos que lo eligieron y se marchará a trabajar en el sector privado. Seguirá siendo militante activo del PP, siempre lo será, pero fuera de la vida institucional.
En estos últimos meses, Beltrán Pérez ha tenido tiempo de reflexionar. Ha entendido que el apego a los cargos es malo para él y malo para la política. Va a buscarse la vida como cualquier ciudadano anónimo y va a ponerle un final de honor a su historia en el Ayuntamiento. Sus allegados y la dirección del partido ya conocen su plan. Lo único que ha pedido a cambio es conciliación en el PP de Sevilla . Cuando Virginia Pérez integre a la facción contraria en su proyecto, él se irá sin hacer ruido . Aceptará que a veces se gana y a veces se pierde, pero que la política es ante todo una vocación de servicio y no un medio de vida . Lo que hará Beltrán Pérez es demostrar que, a pesar de sus errores, tiene mucha dignidad. Por eso aquí le presento mis respetos y le deseo suerte, felicidad y, sobre todo, toda la libertad del mundo.
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