La juez encarga el informe para saber las causas técnicas del accidente de Tussam 20 meses después

Se aproxima el segundo aniversario de un accidente que provocó la supresión de la línea que circulaba por el Casco Histórico , la cual sigue fuera de servicio , y a pesar del tiempo transcurrido se desconoce aún cuáles fueron las causas que motivaron un comportamiento completamente irregular del microbús.

La instrucción recayó en su día en el juzgado nº 20 de la capital. Las diligencias judiciales apenas avanzan. Hace escasos días, la titular del juzgado comunicaba a las partes que ya se había designado a un gabinete de ingenieros técnicos que deben ser los encargados de dar con la causa que provocó que el microbús acelerara de manera violenta sin que el conductor pudiera frenarlo. A día de hoy, los afectados siguen sin saber qué pudo ocurrir y dado los tiempos ya agotados todo hace presagiar que la causa seguirá sumando meses en el juzgado.

Las primeras averiguaciones las realizó la Policía Local , que ya trasladó hace unos meses a la instructora que no podían llegar a conclusiones de carácter técnico porque carecía de medios específicos. Lo mismo ha ocurrido con la empresa Taxo, encargada de hacer peritajes judiciales, que también comunicó a la instructora que necesitaba de recursos especializados para abordar las cuestiones más técnicas. La Consejería de Justicia designó a un gabinete y la jueza ha comunicado a las partes que ha sido autorizada la intervención de un equipo de ingenieros. A partir de ahora, estos nuevos peritos tienen que dar con la clave que hasta ahora se ha resistido: saber si detrás del accidente se debió a un problema de fábrica , de una revisión inadecuada o pudo haber un sabotaje . 20 meses después de que se rozara la tragedia aún no se ha despejado la incógnita.

El testimonio que dio en su día el chófer , que también resultó lesionado en el siniestro, es el elemento más sólido que hay hasta la fecha. Esta persona aseguró que al ir a reiniciar la marcha, antes de que le diera tiempo a pisar el pedal, el vehículo aceleró de manera automática y aunque pisó el frenó, éste no funcionó. El vehículo siguió en línea recta hasta que impactó con la acera y la barrera protectora que hay en la esquina de la Campana con la Plaza del Duque.

Cuatro días antes de ese accidente, otro autobús de Tussam , de la misma línea C y mismo modelo de vehículo, había sufrido un accidente muy similar aunque las consecuencias fueron más leves. Desde el comité de empresa advirtieron que varios conductores les habían trasladado que habían «tenido los mismos problemas de aceleración sobrevenida sin accionar el acelerador»; por lo que exigieron la retirada inmediata de los vehículos tal y como así ocurrió.

El Ayuntamiento anunció a los pocos días de ocurrir el segundo accidente que había encargado una auditoría externa para analizar los dos microbuses siniestrados, que habían sido adquiridos hacía 18 meses y habían pasado las revisiones reglamentarias sin problemas. Unas auditorías cuyo contenido no han trascendido.