La juez devuelve a la cárcel al asesino de Fátima siete meses después de su puesta en libertad

Enrique R. B., de 51 años, salió de prisión el pasado 19 de marzo después de haber cumplido una condena por quebrantamiento de medida cautelar con respecto a otra mujer. Siete meses después asesinaba presuntamente a su expareja, quien ya le había denunciado pero no quiso ratificarse al llegar el juicio.

El autor del primer crimen machista del año en la capital hispalense comparecía este viernes ante el mismo juzgado de Violencia contra la Mujer número 3 que derivó la denuncia de Fátima hace dos años a los juzgados de lo Penal para que juzgaran a quien a la postre se convertiría en su asesino . Ella no quería declarar contra él ni que la explorara un forense, pero había testigos del episodio violento que había sufrido en plena calle. Según detalló esta semana el TSJA, entre los dos estalló una discusión y Enrique R. B. le arrebató a su pareja el bolso, las llaves de casa y la dejó en la calle.

En aquella ocasión, la hija de Fátima salió en defensa de su madre y recibió varios empujones de Enrique. Esta semana era el hijo mayor de la víctima quien vio cómo su asesino salía corriendo del bloque tras apuñalarla en la escalera del bloque donde ambos residían. El pequeño, de doce años, estaba en casa cuando escuchó los gritos de su madre que había salido para llevar a su hermana al colegio, según confirmaron fuentes de la investigación. Le dio tiempo a ver al agresor, huyendo del edificio. Por eso, al llegar la Policía y entrevistarse con el niño, comenzaron a buscar al detenido, quien fue localizado en un hospital.

Fátima se defendió. Falleció de varias puñaladas que recibió a la altura del tórax, pero el cuerpo presentaba heridas defensivas en las extremidades y un corte profundo en el cuello. Los servicios sanitarios no pudieron hacer nada cuando llegaron al edificio.

Además de esta causa, Enrique tiene abierto otros tres procedimientos por violencia machista y sus víctimas son tres mujeres distintas; lo que evidencia un perfil muy marcado de maltratador.