Gran Vía aduce que se puede pinchar cerveza en tiradores ajenos para probarla

Por otra parte, la cervecera instalada en Alcalá de Guadaíra asegura que «ningún responsable de la empresa se encuentra investigado por conducta irregular alguna» porque «el consejo de administración de Cervezas Gran Vía ha actuado y exigido en todo momento los máximos estándares de transparencia y exigencia reputacional». Este periódico ha podido confirmar de fuentes judiciales que la juez instructora investiga a un comercial de esta marca , a quien se considera el ideólogo del mecanismo para poder pinchar sus barriles en instalaciones ajenas, y otras dos personas más de la compañía. Gran Vía recalca que «rechaza las prácticas que se nos atribuyen en la información» porque «este tipo de conductas están expresamente excluidas de nuestras políticas comerciales y prohibidas en nuestro código de conducta».

Además, subraya que la marca « proporciona a sus clientes de manera gratuita la instalación de dispensadores de cerveza de primer nivel , fabricados en España, lo que hace absurdo e innecesario que se plantee recurrir a instalaciones de la competencia para ello». En el sumario del caso se incluye un vídeo elaborado por el principal investigado en el que explica cómo hay que manipular el tirador de Cruzcampo para pinchar su barril. El comercial señalado lo envió por Whatsapp a hosteleros de Sevilla. No obstante, Gran Vía insiste en que no lleva a cabo este tipo de prácticas porque «ofrece a los hosteleros un producto propio, de gran calidad y reconocible con color y sabor propios» y «a diferencia de otras cervezas que recurren a ingredientes ajenos a la malta para abaratar costes, Gran Vía utiliza exclusivamente malta de primera calidad».

Los responsables de la marca creen, además, que «esa excelencia es su nota distintiva, por lo que no tiene ningún sentido que se nos acuse de intentar suplantar nuestra cerveza por otra que a nuestro juicio es de inferior calidad». En este sentido, la cervecera ubicada en Alcalá defiende que su propuesta comercial hacia el hostelero «es honesta, sencilla y clara» , ya que «se basa en ofrecer un producto de gran calidad a un precio transparente, sin condiciones ni cláusulas que le obliguen a seguir atado a la marca indefinidamente».

La juez de instrucción número 18 de Sevilla sigue practicando nuevas diligencias para dilucidar si los hechos tienen o no calificación penal.