Coronavirus Sevilla
El estrés creciente de los cuidadores: «Mi padre cree que le atacan bichos desde que empezó la pandemia»
Dolores Fernández, como millones de mujeres en España, cuida de su progenitor sin ayudas y con una ansiedad agravada por el coronavirus, que ha incrementado en casi un 20 por ciento el número de cuidadores no profesionales
Jesús Álvarez
Dolores Fernández tiene 52 años, dos hijas y desde que nació la pequeña, que ahora tiene 20, recuerda los problemas de depresión de Manuel, su padre, que ahora tiene 87 años y es dependiente. « Necesita de cuidados todos las veinticuatro horas del día ... y a la depresión que arrastra desde hace dos décadas se le ha sumado un trastorno mucho menos frecuente en la población que su hija explica así. « Piensa que tiene bichos dentro de la boca , bichos que por la noche le atacan. Se queja de los ojos, los oídos, la boca».
Manuel utiliza un respirador para dormir porque también tiene apnea del sueño. « Está todo el rato salivando. Hemos ido a montones de pruebas durante la pandemia, exponiéndome yo y exponiéndose él al contagio. Porque él lo vive todo esto como si fuera real porque no tiene ningún bicho. Me da mucha pena que le ocurra esto y verlo sufrir esta irrealidad». Se trata de un trastorno mental ante el que los médicos lo han intentado todo pero no pueden hacer nada.
Dolores, que tiene nueve hermanos, dice que va con su padre «cada dos por tres» al hospital. « De los bichos que ve no le han podido diagnosticar nada y le han hecho un montón de cultivos de la saliva, sobre todo en la boca, donde según el tiene los bichos. Todo lo inventa su mente», cuenta.
De sus hermanos, siete son varones. «No es que yo la cuide sola pero yo me siento en la obligación de cuidar de mi padre porque de mis dos hermanas , una vive lejos y otra tiene un trabajo a tiempo completo que no le permite dedicarse a mi padre». Todos sus hermanos trabajan y Dolores se ha hecho cargo del cuidado de su progenitor obligada por su conciencia.
La madre de Dolores, de 85 años, tuvo un cáncer y a ella también la tuvo que cuidar porque coincidió con la depresión de su padre. Su progenitora se cuida de sí misma, y hace lo que puede, pero no es capaz de cuidar de su marido.
Dice Dolores que «gracias a Dios todo esto me ha pillado con mis hijas mayores y sin un trabajo estable porque he tenido que ir muchas veces a las cuatro de la mañana a casa de mi padre o al hospital a cualquier hora del día y esto no es compatible en España con un desempeño laboral o la crianza de los hijos».
Ocho de cada 10 cuidadores no profesionales en España afirman que su labor durante la pandemia les ha causado «más desgaste que nunca». Además, el 74 por ciento asegura que su salud mental y emocional se ha deteriorado durante este tiempo, una cifra muy elevada que es, además, 13 puntos superior a la de la media de los principales países europeos. El 62 por ciento de los cuidadores españoles señala que la pandemia ha empeorado su salud física debido, sobre todo, a la falta de sueño y ejercicio; y el mismo porcentaje indica que la Covid-19 ha repercutido negativamente sobre su situación económica. Y casi todos (95 por ciento) dice no sentir reconocida su labor, según el informe «¿Quién cuida a los que cuidan? Así afectan la Covid-19 y la falta de apoyo a los cuidadores no profesionales», impulsado por Embracing Carers®, proyecto internacional liderado por Merck.
Realizado a partir de los resultados de una macroencuesta a más de 9.000 cuidadores en 12 países de Asia, América y Europa (751 en España) que proporcionan atención no remunerada a un ser querido con dependencia física o cognitiva/mental, el informe analiza el impacto de la pandemia sobre este colectivo de la población y centra sus resultados en las dificultades que han experimentado.
Dolores dice que no siente reconocido su trabajo ni como hija ni como hermana. «Aunque mis padres y mis hermanos me digan que si, no me siento reconocida. Me he creado esta obligación por mi forma de ser y me gustaría que fuera más valorado socialmente. Hay muchas personas que tiene que trabajar y cuidar de sus padres y no pueden», cuenta a ABC.
Ocho de cada diez cuidadores no profesionales en España dicen que su labor durante la pandemia ha empeorado su salud física y su situación económica
Llama la atención que los cuidadores españoles refieran un mayor deterioro mental, emocional y físico y un empeoramiento de su situación económica significativamente mayor que la media del resto de países del estudio (entre 8 y 16 puntos de diferencia). « La pandemia me ha impactado, sobre todo, a nivel psicológico y emocional . Sentía una alta presión porque no quería, ni quiero, contagiarle. La incertidumbre de no saber si estás siendo lo suficientemente cuidadosa me produce mucho miedo», explica Dolores.
Miguel F. Alcalde, director general de Merck en España, dice que «la pandemia que sufrimos desde hace más de un año ha aumentado las responsabilidades y dificultades de este colectivo , e impactado notablemente en su bienestar económico, físico y psicológico».
A causa de la pandemia muchas personas asumieron el rol de cuidador no profesional por primera vez: un 18 por ciento exactamente, según el estudio. Durante este tiempo ha aumentado el número de horas dedicadas a esta labor, hasta 7,8 más por semana ( llegando a dedicar 25 horas semanales en la fase aguda de la pandemia ), lo cual explica que dos tercios de los cuidadores de nuestro país afirmen que la Covid-19 ha hecho que la prestación de cuidados resulte aún más difícil.
Un tercio de los cuidadores no profesionales en España siente que las personas a las que cuidan los necesitan «más que nunca». Como Dolores, el 93 por ciento afirma que durante la pandemia han puesto las necesidades de las personas que cuidan por encima de las suyas propias ; un 59 por ciento reconoce haber proporcionado más apoyo emocional; un 52 por ciento señala un aumento del uso de la tecnología, -incluyendo la telemedicina, herramientas online y aplicaciones móviles-; y un 58 por ciento indica que ha asumido más responsabilidades domésticas.
Seis de cada diez cuidadores encuestados en España son mujeres y tienen menos recursos económicos que los hombres que cuidan de sus familiares
Seis de cada diez cuidadores encuestados en España son mujeres y cuentan con menos recursos económicos y, a la vez, con más responsabilidades que los hombres cuidadores, lo cual se refleja en que estas presentan mayores tasas de ansiedad y problemas de salud de tipo emocional/mental provocados por la pandemia.
Así, el 77 por ciento de las cuidadoras (frente al 68% de los hombres encuestados) afirma que la pandemia de Covid-19 ha afectado a su salud emocional y mental, el 54% (frente al 36% de ellos) sufre ansiedad por el miedo a contagiarse y un 34% (23% de los cuidadores varones) tiene como principal preocupación no poder contar con ayuda sustitutiva para ocuparse de las personas que ellas suelen cuidar en caso contraer el virus.
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