Espadas se irá de Sevilla como llegó: pactando con Podemos para evitar un fiasco

Su principal aliado de los últimos tiempos, Ciudadanos , se ha marchado de casa. El socialista había pactado con la formación naranja en octubre del año pasado un acuerdo de estabilidad que el nuevo panorama político regional ha hecho añicos. Cs gobierna Andalucía junto al PP y abrazar al oponente de los populares, aunque se tratarse de una esfera estrictamente municipal, era demasiado, por mucho que a nivel local se hubiera fijado esa hora de ruta. Si en la capital andaluza se pactan las cuentas, difícilmente se puede sostener luego en las Cinco Llagas una coalición con los populares.

Estos últimos, además, han terminado de confirmar en los últimos días que no iban a ayudar a Espadas a sacar sus últimos presupuestos ni en broma. Como contrapartida o no a las tensiones para apoyar el presupuesto andaluz, como era de esperar el PP del Ayuntamiento también se ha desmarcado definitivamente de una posibilidad de pacto con el Gobierno local socialista para aprobar esos presupuestos del año próximo, como dijo incluso que pretendía el todavía regidor. Tras el alejamiento de Cs —hasta hace unos meses era el más firme apoyo del gabinete de Espadas— ahora es el principal partido de la oposición el que deja claro que no apoyará las cuentas del equipo de Gobierno, al que ya sólo le queda, por tanto, la opción de los tres concejales de Adelante Sevilla , la marca blanca de Podemos en la ciudad. O los socialistas pactan con la extrema izquierda o no habrá presupuestos en un momento vital para poder apuntalar la recuperación de la crisis sanitaria del coronavirus. Es el peaje de gobernar en minoría, como hace el PSOE con sus trece ediles. De este modo, se dará la circunstancia de que el líder socialista local se irá del Ayuntamiento de la misma manera en que llegó, con la necesidad de pactar con Podemos e IU para evitar un fiasco: en 2015 lo hizo para arrebatar la Alcaldía al PP (el fracaso para su partido hubiera sido no gobernar cuando tenían la opción de acabar con la etapa de Juan Ignacio Zoido) y ahora tendrá que hacerlo para firmar sus últimos presupuestos, decisivos para la recuperación tras la pandemia.

Los morados vuelven a gozar de un papel relevante, por tanto, a pesar de que no anda esa formación minoritaria precisamente en su mejor momento tras el abandono de una de sus cuatro ediles, Sandra Heredia, que ha pasado a ser edil no adscrita por las guerras internas entre podemitas ‘ortodoxos’ y anticapitalistas, donde se encuadra la citada concejal rebelde. Pero con los tres capitulares que quedan es suficiente para Espadas, que sumaría dieciséis votos, los justos. Por ello, Adelante Sevilla ha reafirmado su posición frente al PSOE trasladando sus peticiones en los últimos días. Al alcalde no le queda otra que ceder y aguantar los farragosos procesos del obligado socio, que pasan por las asambleas de IU, por un lado, y las reuniones de los círculos de Podemos, por otro. Hasta que las dos organizaciones que conforman Adelante tengan más perfilado aún un documento de reclamaciones para integrar en las cuentas. Después de los últimos encuentros de coordinación, la línea está clara: no es suficiente la base del proyecto pergeñado por el equipo de la socialista Sonia Gaya, al que le han preguntado de nuevo hasta dónde está dispuesto a llegar. Presión evidente.

Fuentes de esta formación apuntan que «es necesario avanzar en las políticas sociales, de empleo, de priorización de lo público frente a las privatizaciones y, en definitiva, de avanzar en la construcción de una Sevilla con menores desigualdades». Y para ello quieren que se incluya más dinero en ciertas partidas que consideran «del todo insuficientes». Principalmente, las que tienen que completar as políticas destinadas al «cambio de modelo productivo en la ciudad, y políticas de economía social que no aparecen en el actual proyecto o el tan necesario plan local de inversiones en las zonas con necesidad de transformación social, con planes integrales». Como hay el dinero que hay, para cuadrar el sudoku lo que pide Adelante, en el fondo, es restar presupuesto a áreas vinculadas a la promoción, al turismo, a los eventos y al urbanismo , con lo que se produce ahí una de las principales fricciones con un peso pesado del Gobierno local, Antonio Muñoz ; para muchos, el próximo alcalde. Los podemitas quieren gestos claros en ese sentido, aportaciones con un marcado cariz ideológico para afianzar sus posiciones. ¿Pero cómo se reducen las consignaciones para los departamentos de Muñoz y se destinan a Memoria Histórica, feminismo, violencia de género, medidas de conciliación familiar o mejorar el estatus de la ya nutrida nómina de funcionarios y entes públicos? ¿Se les puede subir ahora precisamente otro 2%, como reclaman los morados? ¿Menospreciar a las gallinas de los huevos de oro, que son el turismo, los servicios y la construcción, para aplacar a los tres concejales de Adelante y poder firmar los presupuestos? De esas diferencias depende ahora el pacto. Y, con ello, la despedida definitiva de Espadas.