Espadas saca del cajón veinte años después el plan de aparcamientos en Sevilla

La última vez que en Sevilla se construyó un aparcamiento subterráneo fue en el año 2007, cuando se inauguró el de José Laguillo, con 340 plazas que no resolvieron el endémico problema del déficit de estacionamientos en el perímetro del Casco Antiguo. En estos 13 años todo lo que prometieron los alcaldes Juan Ignacio Zoido y Juan Espadas ha acabado en papel mojado. Este último encargó en enero de 2019 un estudio de diagnóstico del aparcamiento en la ciudad y anunció que en 2020 se iban a desarrollar tres proyectos cruciales para aliviar este déficit. No se ha cumplido, pero sí están previstos en espacio y formato el de Torneo, el de Marqués de Paradas y uno robotizado en la avenida del Cid, para el que incluso había ya sobre la mesa una propuesta de una empresa especializada. El año 2020 ha pasado sin que se pueda impulsar ninguno , ya sea por el coronavirus o por los obstáculos que presenta tradicionalmente la ciudad para afrontarlos.

La Gerencia de Urbanismo terminó hace meses el diseño del parking que debe ir ubicado en Torneo frente a la calle Santa Ana, en una zona libre de arbolado contigua al paseo de Juan Carlos I y que une las calles Curtidurías con Narciso Bonaplata. Esta infraestructura costaría 3,1 millones y daría servicio a 171 vehículos en rotación. Previamente, se debe compatibilizar con la reurbanización que se ha ideado para esta zona del paseo, que ya se ha aprobado. Respecto al de Marqués de Paradas, el proyecto es algo más ambicioso, aunque a que en esta zona hay algo más de oferta. El plano cuenta con 258 plazas en tres plantas subterráneas, en un tramo que va desde Reyes Católicos a Julio César.

Por su parte, el anunciado bajo la glorieta de El Cid es mucho más costoso y con más plazas que los dos anteriores. Se preveía que la tramitación fuese aún más lenta ya que primero debía dilucidarse el recorrido de la línea 3 del metro, que se ha definido en los últimos meses. En este caso, los coches se estacionarán en vertical gracias a un robot que los va distribuyendo por los espacios vacíos. La empresa Dibein, especializada en este tipo de parkings, presentó y el Ayuntamiento incoó el expediente de tramitación para ejecutarlo lo antes posible. Una vez en marcha, la ciudad ganaría 394 plazas para turismos y 40 motos en esta zona con tremendas carencias, con una inversión de 15,3 millones de euros para tres plantas.

A estos tres, prioritarios para el gobierno municipal, se le van a añadir como de forma complementaria otros parkings que no están aún proyectados como los de la Barqueta o la ampliación del aparcamiento del Paseo Colón. La Florida es otra zona donde se hizo un primer planteamiento, pero la aparición de restos arqueológicos en el solar donde la Sareb tiene previsto levantar unas viviendas han frenado cualquier intención. En San Bernardo se ha buscado una solución intermedia al habilitar el solar de la calle Campamento para estacionar vehículos. En la Cartuja, donde el aparcamiento es un grave problema, se planteó el Canal de los Descubrimientos, que ahora se pretende que se convierta en una zona verde. Por último, San Martín de Porres es otro de los proyectos de los que nunca más se supo, en una zona con escasez de plazas.

El grupo municipal de Cs ha apretado mucho en los últimos años al gobierno de Espadas para que se tome en serio la construcción de este cinturón de aparcamientos rotatorios alrededor del Centro. La formación naranja ha venido apoyando a los comerciantes y hosteleros, así como a algunas asociaciones vecinales, para que se facilite el aparcamiento en el entorno más cercano al casco histórico. Estos colectivos han criticado a Espadas por empezar la casa por el tejado al imponer las restricciones de acceso mediante el Plan Respira antes que ofrecer alternativas como los parkings rotatorios o un transporte público verdaderamente eficiente.

Por eso, Cs ha negociado con el PSOE el rescate del plan de aparcamientos justo en un momento clave para la ciudad: un pacto para garantizar la estabilidad política en el Ayuntamiento, la tramitación del nuevo Plan Centro y la reactivación económica tan necesaria para paliar los efectos de la crisis del Covid-19, sobre todo en el sector de la construcción.

Espadas ha vuelto a demostrar el equilibrismo del que se caracteriza su gobierno: Podemos impone el Plan Respira y, Cs, el de aparcamientos. Y, en el centro, el alcalde, capaz de hacer descansar sus grandes proyectos de movilidad en dos partidos opuestos, y permitiéndose anunciar grandes obras que, de momento, son sólo intenciones plasmadas en un papel y prometidas en ruedas de prensa.