Dormir conectada a una máquina mientras llega un riñón

Es el caso de Yolanda Pizarro , una vecina de Sevilla de 50 años de edad, economista de profesión pero incapacitada en la actualidad por la insuficiencia renal crónica que sufre.

Desde diciembre del pasado año está en lista de espera para recibir un riñón pero mientras tanto sigue en casa una modalidad de tratamiento que le permite mayor autonomía.

Se trata de la diálisis peritoneal en domicilio una apuesta de la Unidad de Gestión Clínica de Nefrología del hospital Virgen Macarena que procura a estos enfermos una calidad de vida más que aceptable.

Yolanda lo sigue desde el pasado mes de julio después de recibir el entrenamiento y las orientaciones del equipo de dicho centro sanitario para el que no tiene palabras porque «de no ser por ellos esto no lo haría yo y además, están pendientes todo el día, a la menor duda llamas y te atienden, no sé cómo agradecerlo».

Refiere que no todo el mundo es candidato y que quienes lo son tienen que recibir una serie de instrucciones aunque «yo he visto allí a matrimonios mayores aprendiendo».

«Yo tengo un catéter en la tripa —explica— que sale al exterior y se introduce en una máquina del tamaño de una impresora de estas caseras de sobremesa, un poquito más grande, y ahí se ponen una serie de bolsas dependiendo de las filtraciones. Seis días a la semana tengo que estar de noche 8 horas conectada así a la máquina que ayuda a hacer las funciones del riñón y, si me muevo, hay un pitido que me avisa».

Por lo demás, durante el día hace una vida normal pendiente eso sí de la higiene del catéter y del teléfono.

Atenta a que suene para que le digan que ya hay un órgano para ella.

« Este equipo maravilloso del Macarena me ha dado la vida por su trato y porque en mi casa estoy mucho más cómoda que yendo al hospital y pasando allí todo el día», apostilla Yolanda, que ya está acostumbrada a dormir así.

Durante el pasado año, la Unidad de Gestión Clínica de Nefrología del Virgen Macarena recibió 76 nuevos pacientes para iniciar el tratamiento renal sustitutivo o diálisis.

De ellos, 20 recibieron diálisis peritoneal y 56 hemodiálisis, lo que supone que más del 25% del global de pacientes eligieron esta modalidad de tratamiento domiciliario , una cifra muy por encima de la media española y andaluza, 17 y 15% respectivamente.

La citada unidad ingresó el pasado año en su área 537 pacientes, cifra que se ha visto incrementada en el último lustro en un 43%.

Respecto a las consultas externas, los nefrólogos atendieron el pasado año 4.537 pacientes , de los cuales el 22% fueron primera visita al especialista, lo que supuso un crecimiento del 21% respecto al 2.015.

Asimismo, los especialistas vieron 807 interconsultas de pacientes ingresados en otras áreas del hospital que han presentado patología o complicaciones renales, con una tendencia creciente del 25 % más en dos años.