La crisis sanitaria frena las obras de ampliación del aeropuerto de San Pablo

En estos días Aena ha concentrando al personal en la atención a la operativa de vuelos comerciales y de carga ante la posibilidad de que se pueda cerrar en breve el espacio aéreo, una orden que todavía no se ha dado en todo el territorio, pero que reclaman algunas regiones como Andalucía. La compañía pública ha enviado a casa a los empleados que pueden seguir con sus funciones a través de sistemas para el teletrabajo. Los que realizan servicios de atención permanecen en el recinto, que estos días ha recibido un aluvión de viajeros que han visto retrasados sus vuelos para regresar a casa.

La parálisis de los trabajos llega con el plan de ampliación y modernización de San Pablo bastante avanzado . El pasado enero se terminó el recrecido de la pista de vuelo, que es una de las fases más complicadas del proyecto y se avanza en la zona norte del edificio terminal, que ganará un 40 por ciento más de superficie.

El parón de las obras del aeropuerto sevillano es especialmente significativo porque es la única de calado que estaba ejecutando una administración pública en la ciudad , el resto como la ampliación de la red de metro y del tranvía, la Ciudad de la Justicia o la sustitución de los tirantes del puente del Centenario siguen todavía en trámites y está por ver si la crisis del coronavirus afecta a los plazos anunciados.

Según ha podido saber ABC, los obreros afrontan únicamente trabajos críticos que no pueden quedar parados por motivos de seguridad y no hay garantías de que la situación vaya a afectar a los plazos ofrecidos por la empresa estatal para la inauguración de las instalaciones. Por fortuna, el freno de las obras llega con mucha faena ya adelantada. De hecho, se habían reducido los tiempos para determinadas fases como la propia pista de vuelo que se ha terminado un mes y medio antes de lo previsto.

También hay mucho trabajo realizado en la zona norte, donde se ha levantado ya la estructura del edificio de la terminal. Este ala del recinto es donde se creará el área para turismo internacional y donde se incorporarán los sistemas de biometría en los controles de pasaportes. Es también la parte en la que se apreciarán más cambios, pues se instalarán sistemas para realizar el embarque mixto , que permite la subida y bajada de pasajeros tanto por pasarelas como a pie agilizando el proceso, que es uno de los más pesados para los usuarios.

Algo más lento es el avance en la zona sur, donde estaba instalado el icónico cartel con el nombre de la ciudad que se desmontó el verano pasado. Por esta parte crecerá principalmente el edificio, con una nueva zona comercial, sala de autoridades, un vestíbulo público de llegadas y la redimensión de la sala de recogida de equipajes.