El coronavirus hace aumentar las consultas para dejar de fumar en Sevilla

Aunque aún no hay cifras oficiales, el director del plan confirma que el coronavirus está animando a dejar de fumar. Y hay un dato del Comisionado para el Mercado de Tabacos que puede ilustrar esta tendencia: entre enero de 2021 y enero de 2020 se vendieron 58.017 cajetillas de tabacos menos en Sevilla . Una de las causas de que más sevillanos se hayan decidido a dejar esa adicción es que la mayoría (tanto fumadores como no fumadores) son conscientes de que fumar puede ocasionar mayor riesgo de infección por coronavirus y mayor riesgo de tener complicaciones severas.

Según Marcos García, cada vez hay más personas que están llegando a la consulta a buscar ayuda porque «están tomando conciencia de los riesgos del tabaco». Durante el confinamiento y con las restricciones provocadas por el Covid la mayoría se percató del «riesgo» de estar expuestos a un aire contaminado. «Más del 90 por ciento del humo ni se ve ni se huele pero está presente» , afirma Marcos García, insistiendo en que en estos tiempos de pandemia hay muchos ciudadanos que se han hecho «más conscientes» y han acudido a sus consultas.

Pero también influye en esta tendencia a la baja de los fumadores que se lo han puesto más difícil. «Hemos estado en sitios donde no se puede fumar y todo lo que sean obstáculos hace que se tome conciencia de que hay que dejar de fumar», explica Marcos García. Y ello también ha provocado un aumento de los que han dado el paso de acudir al SAS para dejarlo . Por eso les llegan más pacientes a las consultas, a lo que se unen las citas telefónicas de los planes antitabaco que también suben.

«Es verdad que aflora más la necesidad de dejar de fumar», explica el director del plan. En este sentido recuerda que, entre los 20 y los 60 años, la franja de edad en la que más se fuma, hay muchos que se plantean que pueden morir por una enfermedad relacionada con el tabaco. «O eso que han tenido alguien cercano que ha tenido una enfermedad. Y también viene porque se quieren liberar de la adicción», explica. Marcos García anima a acudir a estos planes del SAS y pide que se desconfíe de los sistemas que se anuncian como una varita mágica. «La gente es capaz de pagar 300 euros a un chamán para que le toque la cabeza y no quiere gastarse en la medicación», dice. Una encuesta reciente del Ministerio de Sanidad concluye también que la exposición al humo ambiental del tabaco en los hogares durante el confinamiento disminuyó.