Conservacionistas y placeros discrepan sobre el proyecto de la Encarnación
A menos de una semana para que la propuesta arquitectónica de Jürgen Mayer sea revisada por Patrimonio se tensa el debate sobre la idoneidad del mismo
SEVILLA. El proyecto para el nuevo mercado de la Encarnación comienza, después de más de treinta años de avatares, a tomar forma. En el solar trabajan a destajo las máquinas y los arqueólogos y eso es una satisfacción para quienes llevan más de tres décadas ... esperando verhecha relaidad de una plaza reurbanizada con su mercado tradicional. Manuel Crespo, Secretario de comerciantes de la Plaza de la Encarnación, aseguraba ayer que las protestas contra Metropol Parasol, «no va a funcionar».
Tras la aprobación del proyecto ganador del concurso urbanístico, el del alemán Jürgen Mayer, la sección «conservacionista» proclive al respeto de los restos arqueológicos sitos en la Encarnación, ha venido desarrollando una campaña de crítica para con el proyecto que el día 13 será supervisado por la comisión de Patrimonio,
or contra, los placeros del mercado provisional critican la posición de los llamados «conservacionistas», puesto que en opinión de Crespo, «quieren modificar el proyecto aprobado una vez que ya han pasado los plazos para que presentaran sus quejas». Pese a todo, el Secretario de los comerciantes se encuentra satisfecho con el futuro más inmediato de la situación, puesto que, finalmente, el proyecto urbanístico parece que seguirá adelante «pese a quien pese», y de alcanzar el visto bueno de la comisión de Patrimonio sería aprobado en un consejo de la gerencia de Urbanismo de urgencia en la misma mañana del día 14 horas antes de que el Pleno apribe provisionalmente el PGOU.
En favor de Hispalis
Sobre una densa alfombra de octavillas que los placeros habían distribuido y esparcido en los aledaños de la Encarnación a favor de los parasoles, los representantes de la Plataforma en Defensa de La Encarnación (más de veinte entidades) se concentraban por la tarde para protestar contra lo que consideran un atentado contra el patrimonio histórico de la ciudad. Continúan apareciendo restos de gran importancia, se habla de muchos y buenos mosaicos; algunos, de tipo geométrico, eran visibles desde un lateral del yacimiento romano. Se trabaja a mucho ritmo y con bastantes operarios. Lo que más llamaba la atención es lo que hace una grúa, la más alta de todas. Trabaja encima de una casa romana (pero no para consolidarla); es la que se conoce con el nombre de la Casa de la Noria. Allí irán los pilotes de otra de las setas gigantes porque sus cimientos necesitan muchos metros cuadrados para que quede bien plantada.
La concentración muy minoritaria,mostraba una pancarta que ya no es la de «Queremos ver, queremos saber», sino aquella que dice: «Otra Encarnación es posibe». Allí estaba un placero poeta que todavía tiene voz: Paco el Carnicero. Muy cerca se apilaban las cajas con material arqueológico. ¿Dónde irán? ¿Dónde se repondrán?
La plataforma ya ha repartido más de 2.000 ejemplares del manifiesto contra los parasoles y los viandantes preguntan por lo que había en este yacimiento romano lleno de excavadoras. Ya no hay paneles explicativos porque ya no hay nada que explicar, y alguien pide que pongan otros paneles que aclaren el caos que allí se ve.
Treinta y tres años después, la Enmcarnación sigue siendo un debate.
«La prueba del algodón»
El concejal de Urbanismo, Emilio Carrillo mostró hoy «respeto» ante la manifestación, prevista para esta tarde, de vecinos de La Encarnación en rechazo al proyecto Metrosol-Parasol y aseguró que los placeros del mercado provisional «apoyan de forma entusiasta el proyecto» y que por tanto esa era la «prueba del algosdón» que confirma la idoneidad del proyecto.
Carrillo aclaró que el mercado de abastos previsto «cumple las necesidades del colectivo de placeros» quienes «apoyan el proyecto de forma entusiasta».
Para el delegado, las protestas son de quienes rechazan el proyecto de construcción de un «gran centro comercial», tipo de edificio que Carrillo negó porque si así fuera «no estarían de acuerdo como están los comerciantes de Puente y Pellón».
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