Brasil destituyó a Ballesteros como cónsul honorario por irregularidades en su gestión

En diciembre de 2009, el Diario Oficial da Uniao, equivalente al BOE españo l, publicaba el nombramiento de Blas Ballesteros como cónsul honorario en Sevilla, aunque sus competencias abarcaban Extremadura y Canarias. Entonces él ya era asesor jurídico de la empresa de abastecimiento de aguas Emasesa tras pedir una excedencia en la , que se disolvió en 2011. Por lo tanto, compaginó su trabajo como cónsul como asesor de Emasesa. Por otra parte, Blas Ballesteros preside el Instituto Empresarial Brasil-Andalucía (Ieba), una entidad sin ánimo de lucro adscrita a la Cámara de Comercio Brasil-España, cuyo objetivo es fomentar las relaciones bilaterales de esos dos mercados mediante el asesoramiento a los empresarios asociados, intermediación con las administraciones...

Además, desde febrero de 2016 Ballesteros compaginó el consulado con el cargo de asesor en la Diputación de Sevilla, cuyo presidente, Fernando Rodríguez Villalobos , lo contrató en el servicio Supramunicipal con un sueldo mensual de 3.000 euros. Villalobos lo recolocó tras quedarse sin trabajo en la Fundación municipal DeSevilla. Compaginar el puesto de cónsul honorario de Brasil con el de asesor de la Diputación —considerado un cargo público— está prohibido por ese país, por lo que Blas Ballesteros habría compaginado actividades presuntamente incompatibles, según pudo saber este diario.

En el Consulado General de Brasil en Madrid aquello fue la gota que colmó el vaso, toda vez que había recibido quejas de ciudadanos brasileños sobre el trabajo desempeñado por Ballesteros. O más el bien por la falta de trabajo, ya que algunos brasileños residentes o de paso por Sevilla llegaron a protestar porque Ballesteros ni siquiera atendía el teléfono cuando le llamaban para la tramitación de documentos o resolver problemas. Pero la falta de empeño de Blas Ballesteros en su cargo como cónsul honorario de Brasil en Sevilla no fue la única queja que llegó a Madrid. A las actividades que el Consulado General de Brasil en Madrid organizaba en Sevilla acudían pocas personas debido a la falta de promoción que el socialista hacía de ellas, lo que contrastaba con el éxito que esas mismas convocatorias tenían en otros consultados de España. Y por si fuera poco, empresarios que querían establecerse en Brasil y contactaron con Blas Ballesteros no recibieron la respuesta adecuada, según ha podido saber este diario.

El pasado abril, el Consulado General puso pie en pared y anunció que destituía a Ballesteros como cónsul honorario, por lo que los trámites consulares quedaban temporalmente suspendidos en la capital andaluza. Por ello, hasta tanto no sea conozca a su sucesor, la gestión consular, las consultas, recepción y entrega de documentación se realiza en la oficina consular de Madrid o en los consulados honorarios de Brasil ubicados en Málaga o Granada.

Blas Ballesteros, licenciado en Derecho, dejaba de ser cónsul de Brasil en Sevilla el 18 de abril pasado y nueve días después el Consorcio de Aguas —participado en un 51% por la Diputación de Sevilla y presidida por Fernando Rodríguez Villalobos— aprobó las bases de contratación de un gerente con un sueldo de 69.800 euros brutos anuales. La pasada semana, el Consorcio Provincial de Aguas contrató a Ballesteros como gerente afirmando que había sido el único candidato que había solicitado el puesto en tiempo y forma.

Esta contratación no ha estado tampoco exenta de polémica, sobre todo por el momento del año en que se ha producido, por el hecho de que sólo haya aparecido un candidato y por que éste sea Ballesteros. Además, la propia redacción de los requisitos de acceso difundidas en el Boletín Oficial de la Provincia del 27 de junio es bastante confusa en cuanto a la exigencia de que el aspirante escogido sea funcionario. Se indica antes que nada que ha de serlo, para luego añadirle, tras una coma, la expresión «con la licenciatura de Derecho o grado equivalente». Pero exponía ayer la Diputación que con ser licenciado bastaba para optar al cargo. Esto es, el candidato podía ser funcionario o bien licenciado en Derecho, como Ballesteros, a juicio de ese organismo. Por su parte, el socialista declinó valorar su contratación tras ser consultado por ABC.