El amianto vuelve a sembrar dudas en Bellavista

La Corporación provincial emitió ayer un comunicado en el que adelanta que recurrirá esa resolución, al no estar de acuerdo con sus términos, pero, al mismo tiempo, anuncia que, por si no se aceptan sus alegaciones, ya planifica una nueva limpieza del terreno que ocupa una superficie de 2.400 metros cuadrados .

Será la tercera operación de limpieza voluntaria que acomete la Diputación sobre unos terrenos que son de su propiedad y que fueron contaminados por amianto porque una de las tuberías de la antigua fábrica de Uralita desaguaba en el arroyo que había allí, un hecho que no se descubrió hasta 2011 y que no se confirmarían hasta 2013.

En febrero de 2014, la Diputación expuso a la Junta su intención de llevar a cabo un proyecto de recuperación voluntaria y se establece como objetivo de recuperación la concentración de 2 miligramos por kilo de amianto en suelo, muy por debajo de los límites admitidos en diversas normativas y que luego se ampliaría a 100 miligramos por kilo. Aunque se aseguraba que la presencia de amianto en el solar era sólo superficial, el expediente reconocía que había concentraciones de ese compuesto a 70 centímetros de profundidad .

La retirada del terreno se llevó a cabo en dos fases, en julio y agosto pasado . Tras la primera fase, según el expediente al que ha tenido acceso ABC, todos los puntos superan el valor objetivo de 2 miligramos por kilo; en la segunda, había algunos que alcanzaba los 890 miligramos por kilo llegando a detectar amianto «bajo 1,5 metros de tierra» en una zona concreta. En total se retiraron 2.000 toneladas de suelo. La operación costó 360.000 euro s.

En noviembre la Diputación reclamó a la Junta la certificación de los trabajos, pero la resolución de Medio Ambiente considera que no hay valores objetivos que prueben la descontaminación del solar , por lo que conmina a hacer una nueva limpieza del terreno y da de plazo de seis meses. Diputación asegura que sólo en cinco de las muestras de suelo se superan los 100 miligramos por kilo establecidos como límite.

Los vecinos conminan a que las obras de limpieza se retomen cuanto antes y piden que se valle la parcela para evitar que la gente pasee por ella dado el riesgo que supone.