Amenazan y acosan al inquilino de su piso en Juan XXIII por impagos del alquiler

Las posturas de la Fiscalía , la acusación particular y la defensa han quedado muy distanciadas tras la práctica de la prueba durante la vista oral celebrada en la Sección Cuarta de la Audiencia. El representante del Ministerio Público ha modificado sus conclusiones.

Si inicialmente solicitaba para los tres acusados dos años de cárcel por considerar los hechos constitutivos de un delito de coacciones y otro leve de amenazas, tras lo visto en el juicio ha decidido pedir diez meses de multa a razón de seis euros diario (1.800 euros) para cada uno de los juzgados como autores de un delito de realización arbitraria del derecho o, como ha descrito la defensa, «por tomarse la justicia por su mano» para reclamar el dinero impagado.

El abogado del varón denunciante los acusa de un delito de tentativa de secuestro, otro de acoso y uno más de amenazas, por lo que las penas solicitadas para cada uno superarían los doce años de cárcel. La defensa, que sólo ve una fabulación del denunciante para cobrar una indemnización, pide la libre absolución para sus representados.

El juicio ha quedado visto para sentencia tras una hora de celebración. Los tres acusados han coincidido en señalar que cedieron su piso de Juan XXIII a este varón para que viviera allí con su mujer y sus hijos porque estaban pasando una situación complicado. Han negado que le reclamaran dinero alguno y mucho menos que existieran amenazas.

La acusada, J.A.H., ha relatado que el denunciante le pidió que solicitase mil euros a su cuñada, conocida como «comadre», para poder arreglar desperfectos en el piso, aunque la exmujer del varón ha dicho que esa cantidad era para pagar la renta retrasada. El alquiler era de 500 euros al mes , según la víctima y su expareja.

El acusado F.B.B., marido y padre de los otros dos enjuiciados, sí ha admitido que fue al albergue, donde residía el denuciante y su familia tras abandonar el piso de Juan XXIII, para reclamarle el dinero: «O me das el dinero o me haces la obra» para arreglar los desperfectos en dicho inmueble.

De otro lado, la Sala ha podido escuchar la versión del denunciante . Ha ratificado su relato de los hechos. Conoció a los acusados tras hacerle varios trabajos de albañilería en su casa y establecieron una relación de amistad. Después de tener problemas con su anterior vivienda y ante la posibilidad de quedarse en la calle, los tres acusados le ofrecieron su piso de alquiler. Él les dijo que no podía hacer frente al alquiler porque estaba parado.

Pero, según la víctima, la acusada le dijo que no había problemas. Si bien, todo cambió al mes y comenzaron a reclamarle el dinero por teléfono y personándose en el piso todos los días. Llegaron a amenazarle con «pegar dos tiros a sus hijos» y después volvieron a repetir dicha amenaza ante su suegra.

Los episodios de amenazas se repitieron a la puerta del albergue, donde el acusado F.B.B. se personó para exigirle el dinero e intentó meterlo en su coche, agarrándolo del brazo. El intento de secuestro que denuncia la acusación. La exmujer del denunciante ha confirmado que el alquiler era de 500 euros al mes pero ha descartado que ella fuera amenazada. Los testigos de poco han servido durante el juicio pues todos eran de referencia y ninguno conoció de primera mano los hechos relatados.