Agustín Vidal-Aragón: «Solo nos queda comida para cubrir dos meses»

«Gracias a las donaciones, actualmente tenemos en nuestro almacén existencias para cubrir razonablemente la demanda de alimento de los meses de mayo y junio, pero en julio quedará completamente vacío . Necesitamos las donaciones y ayudas de todo el mundo más que nunca. Donaciones de alimento, pero también económica, porque el compromiso del Banco es convertir todas las donaciones económicas en alimentos. Hoy no sé si vamos a poder dar respuesta durante el verano. Estamos muy cortos de alimento y nos queda poco tiempo», afirma. «Este mes de abril ha sido récord en donaciones de frutas y verduras de asentadores de Mercasevilla y en mayo vamos a lanzar una campaña de recogida virtual de alimentos para poder aprovisionar el almacén de cara al verano, porque si no, vamos a tener muchos problemas para poder suministrar los alimentos mínimos necesarios», añade preocupado.

«La crisis anterior fue también importante. Fueron seis años que impactaron muchísimo en el empleo. Antes de la crisis de 2008, el Banco atendía a través de las 350 entidades colaboradoras a unos 18.000 usuarios. En los picos más altos de aquella crisis llegamos a alcanzar los 70.000 usuarios y a comienzos de marzo de 2020, antes de la crisis actual, teníamos 42.000 beneficiarios . Con ello se percibe lo que supuso aquella crisis: un incremento enorme de las personas que necesitaban ayuda (se pasó de un punto máximo de 18.000 a 42.000 usuarios, lo que significa que hubo 24.000 personas que no llegaron a recuperarse nunca de aquella crisis)». «Fue una crisis que impactó en sectores de la actividad muy importantes (inmobiliario, construcción y financiero), y la de ahora está afectando a la movilidad de las personas en general».

«Se ha puesto de manifiesto un notable incremento de las necesidades en todos los sectores informales (economía sumergida). Si no se pueden mover, no pueden ganar dinero. Cuando desaparece la fuente absoluta de ingresos, estas personas se quedan sin nada. En la crisis anterior no necesitaron ayuda alimentaria, pero en esta crisis sí», afirma. Otro sector que se están viendo muy afectado es el de «los autónomos que gestionan un pequeño negocio o taller. En la economía española hay más de tres millones de personas que están en un ERTE», subraya muy preocupado por el incremento que cree se producirá en el desempleo.

«Notamos ya un incremento entre el 15 y el 20% de usuarios como consecuencia del impacto de la crisis en esos dos grupos y pensamos que podemos llegar a tener otro incremento de otro 15% o incluso más, como consecuencia del desempleo que se producirá cuando termine el estado de alarma. Percibo que se está pasando de un estado de asombro sereno a un estado de incertidumbre de cada vez más tensión. El factor fundamental de la gravedad de esta crisis va a ser la duración de la misma . En la medida en que la crisis dure más, la situación será más grave y el nivel de preocupación de las personas se traducirá en mayor angustia», dice.

El Banco tienen tres objetivos: luchar contra el despilfarro, contra el hambre de aquí («el de nuestros vecinos») y por la integración social de personas en riesgo de exclusión. «Ahora lo más importante es la lucha contra el hambre de aquí , de quienes conviven con nosotros que no tienen ni siquiera lo necesario para comer de una manera digna cada día. En este momento está razonablemente asegurada la cobertura con la ayuda de todos. Nos estamos moviendo mucho», concluye. Con el Banco colaboran directa e indirectamente unos 6.000 voluntarios y cien de ellos conforman la estructura que trabaja día a día.

Desde la fundación ponen a disposición de toda persona interesada otros métodos de colaboración a través de la web ( www.bancodealimentosdesevilla.org ), donde se ofrece también la posibilidad de hacer una aportación económica, o bien en www.supersolidario.com , donde se puede realizar una compra virtual. Puede contactar a través del teléfono 954 21 93 11 o el correo electrónico info@bancodealimentosdesevilla.org.