El aeropuerto de Sevilla no recuperará los siete millones de pasajeros hasta 2026

El horizonte que dibuja el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana , que es el que ha redactado la estrategia, muestra un aeródromo muy distinto al que se conocía, con un mayor peso de viajeros nacionales y con un tráfico internacional todavía en retroceso. De hecho, calcula que el 51,57% de las personas que pasaran por la terminal sevillana dentro de cinco años serán de nacionalidad española , mientras que el 47,13% procederán de destinos europeos dentro del espacio Schengen. Por el contrario, el 0,96% serán ciudadanos no comunitarios.

Para elaborar esta hipótesis, se ha utilizado la predicción para España de la Agencia Europea para la Seguridad de la Navegación Aérea (Eurocontrol) , teniendo en cuenta los nuevos escenarios de recuperación y el efecto de la vacunación en todo el mundo. Aunque pueda parecer pesimista, Sevilla se encuentra en la misma tesitura que el resto de aeropuertos de su mismo grupo , entre los que están Valencia (8,4 millones de pasajeros en 2026), Fuerteventura (6,06 millones), Bilbao (5,9 millones), Tenerife Norte (5,9 millones), Menorca (3,3 millones) y Santiago de Compostela (2,9 millones).

También va en consonancia con la evolución que tendrán los grandes hubs españoles que son Madrid y Barcelona , que tampoco volverán a los niveles de 2019 hasta dentro de cinco años, cerrando el próximo ejercicio con 21 y 17 millones menos de pasajeros, respectivamente -un tercio menos del tráfico de antes que la crisis sanitaria-.

Una de las ventajas que sí tendrá San Pablo con respecto al resto de recintos de la red será la adaptación tecnológica y la incorporación de medios de vanguardia, centrados en la seguridad de los pasajeros. Las obras que están en marcha adelantarán la instalación de ese equipamiento que también estará en Barajas y en el Prat. Será en 2024 cuando los tres aeropuertos dispongan de estos aparatos, entre los que estarán sistemas de gestión del equipaje de mano y equipos de inspección de equipajes de bodega EDS.

Se trata de una actuación de calado, ya que se incorporarán grandes máquinas con sus respectivas salas de operaciones y tratamiento de las maletas que dispondrán de sistemas parecidos a los TAC de uso médico, lo que permite realizar una mejor inspección y hacer el proceso más fluido. Sevilla estará entre los primeros en disponer de estos aparatos, ya en 2025 llegarán a Málaga y Palma de Mallorca y en 2026 al resto de aeropuertos de tamaño mediano, según recoge el Documento de Regulación Aeroportuaria que marcará la estrategia de Aena.

Otro de los asuntos que aborda este plan son las previsiones para la carga aérea, otro de los negocios importantes en el aeropuerto de Sevilla. La actividad también se vio resentida durante la pandemia, aunque en menor medida que en otras ciudades. H asta el pasado agosto las compañías de transporte habían movido a través de San Pablo casi seis millones de kilos , apenas un 3 por ciento menos que antes de la emergencia sanitaria. La previsión para el próximo año es superar los niveles precovid, alcanzando los 11,25 millones de kilos, casi un 14% más de lo registrado al cierre de 2019.

Ya para 2026, cuando termina el periodo que abarca este documento, se espera que la cifra haya crecido hasta los 11,75 millones de kilos, lo que apunta a una estabilización del negocio que ya explotan las tres compañías líderes del sector: UPS, DHL y Fedex . Las dos primeras cuentan con aviones propios con los que hacen una parte de los envíos que completan con los portes en las bodegas de lo vuelos comerciales. Por el contrario, Fedex sólo opera con las compañías tradicionales sin desplazar a Sevilla ninguna aeronave de su flota.