La sala de exposición del Apeadero, otro museo para el Alcázar
Patrimonio
Al futuro museo arqueológico se une el amplio espacio destinado para futuras muestras de calado, convirtiendo el Alcázar en un espacio cultural de primer orden
El Salón Alto del Apeadero del Alcázar estará nueve meses en obras para ser una sala de exposiciones
Sevilla
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Iniciar sesiónLa renovación integral de los espacios más elementales del Real Alcázar de Sevilla no cesa. Si bien el proyecto del museo arqueológico anda pendiente de que concluyan las últimas especificaciones de sus pliegos para dar paso a la figura de una empresa adjudicataria que ... se haga cargo de las obras, cuya duración por ende aún está por determinar, el Salón Alto del Apeadero del citado palacio no va a menos ritmo que lo anterior, a fin de que este edificio pueda pasar en cuestión de nueve meses de un espacio hartamente olvidado y no menos deteriorado a una sala de exposiciones de nivel dentro del panorama cultural de la ciudad.
El Patronato del palacio en uso más antiguo del mundo, a través del Ayuntamiento, ya dejó clara su intención de que la inversión sobre el palacio se aproximara a los dos millones de euros, y su idea es la de poder cobijar futuras exposiciones temporales relevantes siempre y cuando siga avanzando el proyecto, que va a paso firme. Ya publicó el Consistorio hispalense los pliegos con las condiciones del contrato de los trabajos, tal y como adelantó ABC el pasado mes de octubre, y lo cierto es que tanto el propio Salón Alto del Apeadero como esa muestra arqueológica harán del Alcázar un espacio de referencia aún más si cabe dentro del abanico cultural del Casco Histórico de Sevilla. Para ello se busca aprovechar al máximo su superficie útil de 335 metros cuadrados, unidos a los 39 metros cuadrados de la escalera que da acceso al recinto.
Serán nueve los meses que este salón se mantenga temporalmente cerrado para ser rehabilitado profundamente tras todas las incidencias detectadas que afectaban gravemente a su estructura por la dejadez. Entre ellas, la acción de xilófagos o la falta de mantenimiento de las cubiertas, aspectos todos que el Ayuntamiento y el patronato del Alcázar se han encargado de denunciar merced a la inacción institucional anterior, y en aras de darle un giro de 180 grados a un monumento patrimonial para que pueda formar parte de la rica oferta cultural ofrecida por el complejo de palacios y fortalezas que fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1987.
Se instalarán tanto un ascensor que permita dar solución a las dificultades existentes en términos de accesibilidad y se dotará el Salón Alto del Apeadero del Alcázar de tres naves con arcos de medio punto que estarán sostenidos sobre ocho columnas. Otro de los aspectos más conocidos del espacio es el fresco en el techo, que cuentan con escudos reales de Felipe IV e Isabel de Francia. En esos soportes hechos columnas la intención del Patronato es la de colocar una serie de paneles expositivos en la sala y se dará la ocasión inédita hasta ahora de poder ver permanentemente las estatuas de Sátiro y Ninfa y los conjuntos escultóricos de Mercurio de la Plaza de San Francisco y del Estanque de Mercurio, cuyo grupo fue restaurado en enero.
Cifras históricas de visitantes
Será por tanto la sala de exposiciones del Salón Alto del Apeadero otro 'museo' que permitirá conocer al dedillo la historia de un Alcázar cuyo origen data del siglo XI y que registró ya el año pasado una cifra histórica de visitas en toda su historia, con nada menos que 2.307.214 visitantes a lo largo de todo el almanaque 2024 que hablan de la importancia de un lugar señero y emblemático de la ciudad que estará de enhorabuena en 2026, entre otras cosas, por la recuperación y puesta en valor del Cenador de Carlos V del Alcázar, que por colarse se ha colado hasta en la portada de la Feria de Abril.
Dicho cenador hay que matizar es en realidad un pabellón renacentista construido para la boda del mencionado emperador con Isabel de Portugal que se asienta sobre un gran palacio islámico almohade del siglo XII destinado al ocio y la diversión, con elementos como una gran «qubba» (estructura con cúpula) y una fuente, que se está restaurando con el fin de que su apertura se produzca el año que viene al igual que la sala de exposiciones temporales que lucirá el apeadero.
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