Puertas que se abren solas y una sesión de ouija estremecedora: fenómenos paranormales en un centro de rehabilitación abandonado en Sevilla

El centro, inaugurado en la década de 1980, fue en su momento un refugio para aquellos que intentaban dejar atrás las garras de la adicción. Durante años, cientos de personas ingresaron buscando una segunda oportunidad en la vida, pero la historia del edificio también está marcada por el dolor y las tragedias personales. Con el tiempo el centro cerró sus puertas, dejando un edificio vacío que lentamente fue cayendo en el abandono.

Desde su cierre, el edificio ha sido objeto de rumores y relatos inquietantes. Se dice que las personas que vivieron los días más oscuros de sus vidas dentro de sus muros podrían haber dejado una huella inexplicable. Hoy estas mismas paredes parecen guardar recuerdos que van más allá, convirtiéndose en el epicentro de historias de fantasmas y fenómenos paranormales.

El 12 de agosto de 2022, un equipo de investigadores entramos en el antiguo centro para desentrañar sus secretos. Equipados con tecnología avanzada —cámaras infrarrojas, grabadoras de audio, y detectores de campos electromagnéticos, cámara térmicas, detectores de presencia, ordenadores— el equipo inició una investigación con la esperanza de registrar cualquier actividad que confirmara los rumores que circulaban sobre el lugar.

Desde el inicio, la atmósfera del edificio resultó ser pesada y opresiva. El equipo informó que se sentía una presencia y los sonidos eran absorbidos por el silencio de las habitaciones desoladas. Aunque los primeros momentos no revelaron nada fuera de lo común, era evidente que todos los miembros sentían una creciente sensación de inquietud.

Con el paso de las horas, pequeños indicios comenzaron a surgir. Fallos en las linternas, ruidos distantes y la sensación de ser observados acompañaron al equipo en su recorrido. Sin embargo, fue en una antigua sala de terapia grupal donde ocurrió el primer suceso verdaderamente desconcertante. Uno de los miembros, Javier Aradilla, captó una grabación de audio que contenía una voz «rara» y apenas perceptible. A medida que el equipo escuchaba la grabación repetidamente, se dieron cuenta de que el sonido no correspondía a ninguno de los presentes en la habitación. Esto generó una oleada de sensaciones, ya que parecía ser la primera evidencia de una posible presencia sobrenatural.

La noche avanzaba y, con ella, los fenómenos paranormales se volvieron más frecuentes. En varias ocasiones, los investigadores dijeron haber visto sombras oscuras moverse rápidamente en las esquinas de su visión, pero al girar la cabeza no encontraban nada. En una de las habitaciones más grandes del centro, las puertas comenzaron a abrirse y cerrarse por sí solas, sin que hubiese corrientes de aire o explicaciones lógicas que justificaran el movimiento.

En otro momento clave de la noche, el equipo decidió realizar una sesión de ouija en una de las zonas más activas del edificio. La experiencia fue estremecedora: sin que nadie tocara el tablero, el puntero comenzó a moverse rápidamente entre letras y números, respondiendo a las preguntas de los investigadores de manera coherente. Las respuestas que obtuvieron sugirieron que podrían estar en contacto con una entidad que no había abandonado el edificio.

Dentro del centro, existía un área destinada a la acogida de niños, un sector que, aunque menos opresivo que el dedicado a la rehabilitación de adultos, también presentó su cuota de fenómenos inexplicables.

El equipo documentó pequeños incidentes, como juguetes que parecían moverse por sí mismos y cambios repentinos de temperatura. Aunque la actividad en esta parte del edificio fue menos intensa, los investigadores coincidieron en que la sensación de tristeza y abandono era evidente.

Al final de la investigación, el equipo que me acompañó al edificio salió con más preguntas que respuestas. Si bien no logramos captar psicofonías lo que experimentamos sugería que «algo» habita el edificio y que nuestra médium, Rosa Sánchez, ratificaba. Las grabaciones de audio, los movimientos inexplicables y la sesión de ouija reforzaron la teoría de que el centro no está completamente deshabitado.

El antiguo centro de rehabilitación de drogadictos sigue siendo un lugar lleno de misterio, donde lo paranormal se manifiesta sin dar explicaciones definitivas para los fenómenos vividos y que desde 2022 son ya muchas las experiencias en el mismo.

*Si has vivido alguna experiencia extraña no dudes en escribirnos y contárnosla a correo@garciabautista.net