El penalista sevillano Luis Romero recopila en su último libro 50 consejos para abogados «altamente efectivos»

Tras una experiencia acumulada de 32 años como abogado, profesor de Derecho Penal y Procesal Práctico, y comunicador en los principales medios de comunicación y redes sociales.

Romero se ha atrevido a fijar en este libro 50 consejos para abogados, estudiantes de derecho y juristas en general, que tratan sobre el ejercicio de la profesión, la gestión del bufete, los clientes, cómo cobrar los honorarios, marketing y comunicación, oratoria, estrategias de defensa, técnicas de interrogatorio, etc.

Así mismo, el autor ha incluido en esta obra algunas vivencias y reflexiones inspiradoras sobre la justicia que se refieren a las relaciones con la administración de justicia, compañeros, jueces, fiscales, funcionarios, policías, instituciones penitenciarias, etc.

Además, comenta su práctica y anécdotas en cientos de casos en los que ha ejercido la defensa o la acusación, pareciendo a veces que fuese un relato imaginario, así como sus consideraciones sobre la dignidad de la abogacía, las garantías procesales y los derechos constitucionales, la necesaria modernización de la justicia, el turno de oficio y lo más interesante: cómo vive un abogado el día a día y se involucra en su profesión haciendo de ésta su pasión. Todo ello, con fino humor pero igualmente con contundencia.

Luis Romero Santos es director de la Clínica Legal Penal y profesor de derecho penal en el Máster de Acceso a la Abogacía de la Facultad de Derecho de Sevilla y en ISDE-Universidad Complutense de Madrid. También es profesor del Instituto Dale Carnegie de Nueva York y Profesor Honorario de la Universidad Autónoma del Perú (Lima).

Su trayectoria en el ámbito de derecho penal nacional e internacional se une a su pasión por la docencia y el mundo de la comunicación digital. Ha participado en la resolución de más de 3.000 casos, algunos de ellos muy conocidos y con gran repercusión mediática como Púnica, Enredadera, el accidente de Ortega Cano, el doble crimen de Almonte, el doble crimen de Almonaster o el crimen de Santa Olalla.