Patrimonio solicita una «solución más respetuosa» para la obra de una casa adosada a la iglesia de San Esteban de Sevilla

En este sentido, Patrimonio aborda un proyecto de intervención en un inmueble de la calle Medinaceli del casco histórico de Sevilla, que trata, al detalle, una propuesta de obra para un refuerzo del forjado de la cubierta en la vivienda «adosada» a la iglesia de San Esteban, un templo gótico mudéjar que data del siglo XIII.

Por ello, como detalla la Comisión Provincial de Patrimonio Histórico, esta vivienda está afectada por la protección de la Iglesia de San Esteban como Bien de Interés Cultural (BIC) y por las determinaciones del plan especial de protección del Sector 4, Santa Catalina-Santiago, del Conjunto Histórico de Sevilla capital.

Tras analizar la propuesta de obra, Patrimonio ha acordado «solicitar documentación complementaria consistente en un proyecto de intervención, con un contenido completo, en el que se plantee una solución suficientemente justificada para resolver las patologías existentes» en el inmueble.

La comisión pide «revisar la solución propuesta de manera que sea más respetuosa con las vigas de madera, incluyendo detalles de uniones entre elementos y todo lo necesario para la definición de la actuación», toda vez que «entre tanto se redacte y autorice este proyecto, podrán realizarse las actuaciones de emergencia que resulten necesarias en caso de riesgo para el edificio o las personas».

La iglesia parroquial de San Esteban estaría asentada sobre el solar de una antigua mezquita, respondiendo su fábrica al tipo de iglesia gótico-mudéjar de finales del siglo XIII o principios del XIV.

A lo largo de su historia el edificio ha sido objeto de varias restauraciones, ampliaciones, transformaciones y cambios de uso, pues las capillas laterales son de los siglos XV, XVI y XVII.

Entre 1926 y 1928 fue restaurada por el arquitecto Juan Talavera y Heredia. Con posterioridad en la década de 1970, tras ser declarada Monumento Histórico-artístico en 1968, fue restaurada por el arquitecto José Menéndez Pidal y Álvarez. Por último, tras la restauración a la que fue sometida en la década de 1990, le fue devuelta su fisionomía original.