María Jesús Montero castiga a Sevilla y le retiene el pago de los impuestos

Es decir, la ministra y vicepresidenta primera del Gobierno, que a la postre es la nueva secretaria general del PSOE andaluz, ha anunciado que retendrá ese pago después de haber resultado «necesario» –tal y como aparece en la carta– realizar un «nuevo cálculo de las entregas a cuenta mensuales del ejercicio de 2025 que, en tanto no se aprueben los Presupuestos Generales del Estado para este año o se apruebe y convalide un nuevo Real-Decreto-ley, serán las resultantes de aplicar los de 2023». Las entregas a cuenta que se transfieren a comunidades autónomas y entidades locales son las que se recogen en los presupuestos. Al no tenerlos aprobados, se prorrogan los de 2023 y, en estos, se recogen unas cifras desfasadas si se comparan con las de 2025, lo que supone que los ayuntamiento percibirán menos importe. El decreto ‘ómnibus’ inicial hacía un cálculo más actualizado para que las entidades locales no resultasen tan perjudicadas.

Sin embargo, en el ‘troceo’ de ese decreto que ha terminado el Gobierno de Pedro Sánchez pactando con Junts se ha excluido este pago a las corporaciones locales al omitirse el resto de medidas económicas, salvo la entrega del palacete de París al PNV.

Montero ha marcado una estrategia que resulta más que evidente, tal y como se detrae del escueto escrito recibido por el Ayuntamiento hispalense: Hacienda no puede pagar la cantidad que se había calculado y que se eleva a los 71 millones de euros porque el PP ha votado en contra. No señala la misiva, con fecha 30 de enero, por qué en su acuerdo con el líder de Junts, Carles Puigdemont, se han excluido las entregas a cuenta de la participación de las entidades locales en los tributos del Estado para 2025.

Esto, a la postre, no deja de ser un nuevo castigo a Sevilla, más aún después de haber usado dinero del Ministerio de Hacienda para reestructurar la deuda de casi 600 millones de euros del Ayuntamiento de Jaén para 'comprar' la Alcaldía mediante una moción de censura contra el PP. Porque el argumento esgrimido para negarle a Sevilla esos 71 millones de euros, como es la imposibilidad de hacerlo efectivo, no se ha tenido en cuenta para Jaén, donde Hacienda ha sido más que permisiva ante el enorme pasivo de sus cuentas para sacar un doble rédito político: que el PSOE recupere la Alcaldía en las vísperas de la proclamación de María Jesús Montero como líder de los socialistas andaluces.

La negativa a pagar los 71 millones que el Estado debía transferir por la PIE a Sevilla es la última afrenta de la ministra con la ciudad de la que es oriunda. Montero fue tibia en la defensa de los intereses de la capital durante la etapa de gobierno de Juan Espadas y Antonio Muñoz e incluso llegó a especular con el patrimonio del Estado al que pugnaba el Ayuntamiento. Ocurrió con la venta de las casas 7 y 8 del Patio de Banderas al Consistorio, que retrasó durante años y que acabó formalizando por cuatro millones de euros pese a la importancia de lo que albergaba, que eran los restos más antiguos del Alcázar. Pese a ello, avaló la privatización de la casa 11 saltándose el procedimiento de la subasta, a la que querría haber pujado el Ayuntamiento ya que esa vivienda iba a servir de enlace entre el Alcázar y la cripta.

Sin embargo, desde que llegó a la Alcaldía José Luis Sanz, de la tibieza pasó al desprecio. Porque Montero ni contesta a las cartas del alcalde del PP ni accede a llevar a cabo el proyecto del barrio de Hytasa que sí prometió en campaña electoral. Se trata de unas naves propiedad del Estado que, de haber resultado elegido Muñoz, se hubieran transferido al precio de tasación (4,7 millones) y que, al reclamarlas Sanz, Hacienda le pide ahora el triple de esa cantidad.