«La obesidad, que está conectada con enfermedades hepáticas y varios tipos de cáncer, es la pandemia del siglo XXI»

Lograr este cambio de hábitos ante un grave problema de salud que va en ascenso (las tasas de obesidad infantil no dejan de crecer en la última década) no es fácil, como reconoce el doctor Romero. «Estamos seguramente ante el mayor reto de la salud en el mundo porque hay una relación estrecha de la obesidad y muchas enfermedades y entre obesos diabéticos se multiplican los casos no sólo de cáncer de hígado sino de páncreas y de colon, entre otros», explica. Y añade: «Si una persona que pesa 80 kilos pierde el 10 por ciento de su peso, puede curar su enfermedad hepática, incluso una cirrrosis, pero esto no es fácil. En un ensayo clínico que hicimos con este tipo de pacientes, solo un 10 por ciento de ellos perdió peso a pesar del control médico, de modo que el 90 por ciento no logró mejorar sus hábitos de salud«.

Para detectar las enfermedades hepáticas ocultas, el Virgen del Rocío acaba de incorporar un ecógrafo de vanguardia (el Aplio i800) que mejorará el diagnóstico y el seguimiento del tratamiento y convierte a este hospital en uno de los centros de referencia en el abordaje de este tipo de patologías, entre la sque se encuentran el cáncer de hígado, hígado graso, la enfermedad hepática asociada al consumo de alcohol o las hepatitis virales. Todas ellas requieren de un diagnóstico preciso y seguimiento precoz para mejorar la calidad de vida de los pacientes: «Este nuevo ecógrafo es de enorme utilidad en el cribado y nos permite mejorar mucho el cuidado del paciente diagnosticado», explica el docto Romero.

Este aparato, donado por parte de la compañía biofarmacéutica AbbVie, ofrece una calidad de imagen que hace posible una mejor visualización del hígado y su estructura, además de facilitar la detección de cambios sutiles en el órgano. Y resultará especialmente útil para mejorar el abordaje de los pacientes con hepatitis C. «Todas las personas con esta patología deben someterse a una prueba para conocer si tiene o no cirrosis. Este aparato viene reforzar el acto único: lo hacemos todo en una visita. Realizamos el estudio del paciente, le prescribimos el tratamiento y le damos el alta si no tiene criterios de cirrosis hepática», asegura este experto, que destaca «el potencial infinito de esta herramienta». «Si lo descubrimos a tiempo y conseguimos que el paciente deje de beber, se ahorrará una cirrosis y el riesgo de morir si no recibe a tiempo un trasplante», cuenta el doctor Romero, que subraya que «con los fármacos actuales se curan el cien por cien de los pacientes con hepatitis C y podemos frenar la hepatitis B o la hepatitis autoinmune para convertirlas en enfermedades crónicas«.

Con este nuevo ecógrafo se puede detectar también el cáncer de hígado en un estado muy inicial que permitiría su tratamiento y prevenir complicaciones elevando las tasas de supervivencia. «Es un gran avance para los pacientes y para los profesionales que debemos diagnosticarlo porque nos permite ampliar el campo de la imagen y explorar mejor los bordes. Además, incorpora un software que permite averiguar la dureza del hígado y si hay fibrosis o infiltración grasa del hígado«. En caso positivo, permitirá dar de alta al paciente el mismo día, algo que antes no era posible sin otras pruebas. «Hay muy pocos aparatos como éste en España porque su coste es muy elevado. Cada médico que se dedica un área concreta puede sacarle un gran partido porque hace estudios dinámicos y detecta nódulos que podemos diagnosticar como benignos o malignos».

El nuevo ecógrafo puede capturar la imagen con la resonancia e integrarla, lo que resulta muy útil en el caso de una punción o una biopsia. «La calidad de la imagen es increíble», dice el doctor Romero. «El descarte de la hepatitis C en personas sin hogar o personas vulnerables se hace en una sola sesión«.

Manuel Romero dirige una unidad en la que trabajan treinta y seis pesonas y en la que siete médicos se dedican a tiempo completo a patologías hepáticas por las que atienden entre 1.500 y 1.700 pacientes. En un año suelen recibir unas 43.000 consultas, de las que unas 15.000 corresponden a enfermedades del hígado.

Las enfermedades hepáticas vienen creciendo de 2015 en España por el auge del sedentarismo, la comida rápida y el consumo de alimentos ultraprocesados. «Hasta ese año la hepatitis c era el principal problema porque causaba cirroris y cáncer, pero los fármacos comenzaron a lograr su curación, a pesar de lo cual el conjunto de enfermedades hepáticas siguió aumentando por esos malos hábitos alimenticios«. Y añade: »Quizá sea necesario hacer laboratorios de rehabilitación hepática, igual que ya tenemos laboratorios de rehabilitación cardiaca y respiratoria.

Según explica este experto, en Andalucía quedan aproximadamente 1.500 pacientes con hepatitis C por tratar y la mayoría de ellos pertenecen a grupos de población vulnerable, como la personas que consumen drogas, los pacientes con patología psiquiátrica o aquellos que no recurren al sistema sanitario cuando tienen un problema de salud. «Llega un paciente a la consulta con la carga viral positiva, le hacemos la prueba con el ecógrafo y llegamos a la conclusión de si necesitará revisiones o no. Es esencial en estos casos ya que, si no aprovechamos la oportunidad de abordarlos y tratarlos de manera directa, corremos el riesgo de perderlos». 

Además, para dar a conocer el funcionamiento del ecógrafo a otros especialistas, desde el Hospital Universitario Virgen del Rocío van a hacer un preceptorship para toda España sobre un itinerario formativo en la esteatosis hepática metabólica. «Vamos a crear seis estaciones en grupos de tres profesionales y uno de los talleres estrella consistirá en que los médicos puedan estudiar pacientes con el ecógrafo Aplio i800», resalta el facultativo.