Suscríbete a
ABC Premium

Reloj de arena

José Cárdenas Gómez: el otoño del patriarca

En una caja de madera de cerveza se apoyaba Pepe para llegar al mostrador. Y le hizo recados al cura, al barbero, al zapatero y al que lo pillara en la barra

José Romero Jíménez: un piano de pureza

José Cárdenas Gómez en el bar de Triana ABC

Félix Machuca

Sevilla

Llegó de La Puebla de Cazalla siendo un chinorri que no alcanzaba la barra del bar de su tío Adolfo. No sumaba más de once años. Y venía al bar de la calle Pureza a aprender, a abrir el libro de la vida y ... a enterarse de la anatomía de la existencia. Miró, vio y calló. Y en ese silencio de aprendizaje se hizo un hombre tras el observatorio rudimentario de una taberna de barrio. De un bar de parroquianos y vecinos. De todos ellos aprendió cómo recomponer los huesos que te rompe la vida, qué crema recomendar para que la piel sensible del barrio brillara como una madrugá en Pureza y cómo los días de Navidad la calle se llenaba de campanilleros a los que les brindaba cocido y filetes gratis. Pepe Cárdenas sacó matrícula de honor.

Artículo solo para suscriptores

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comparte esta noticia por correo electrónico
Reporta un error en esta noticia