El rincón de... Elías Rodríguez Picón
Quintero me dijo que pusiera en su monumento «dedicado a mis queridos hijos de puta»
Autor del mausoleo de Jesús Quintero en San Juan del Puerto, revela cómo construyó en su estudio la atmósfera quinteriana que le permitió meterse en el alma de periodista y rematar una obra impactante
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Sevilla
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Iniciar sesión–¿Cómo convirtió su estudio en un rincón quinteriano?
–Uno de los rincones del estudio lo decoré con cortinas rojas y negras, sillas colgadas del techo, cordones dorados, flecos, iluminación…
–Creo que también se llevó piedras de su tumba y las iluminó con ... una vela, como si fuera un altarcito.
–Exactamente. Con eso perseguía conectar, vía espiritual, con Jesús Quintero. Y lo escuché hablarme muchas veces.
–¿Le hablaba?
–Yo lo escuchaba en mi oído. Me orientaba cuando tenía dudas y me las resolvía.
–¿Usted lo llegó a conocer personalmente?
–No, no. Pero era un gran seguidor suyo. Y sé que él conocía mi obra. Su mujer me ha dicho que le gustaba mi monumento al Rocío que está en Huelva. Me encantaban sus entrevistas, sus reflexiones, sus silencios, la forma en la que se trajinaba a los poderosos, a los políticos.
–Tampoco faltaría en su estudio la música de Pink Floyd…
-Siempre. Mientras yo modelaba su monumento tenía su voz de fondo y escuchaba la banda sonora de Pink Floyd.
–Gracias a la familia de Jesús pudo manejar una documentación valiosísima para reencarnarlo en bronce.
-Su hija Andrea me ofreció elegir cualquiera de sus zapatos y ropas y elegí los zapatos de John Galiano, unos botines decorados con papeles de periódicos, que aparecen en el monumento. Uno, atado y el otro con los cordones sueltos. La pierna derecha descansa sobre la izquierda y en la bota aparece la frase: «porque soy un loco libre».
–¿Y es simbólico el hecho de que la pierna derecha esté desatada y en el aire?
–Así es. Es una metáfora que hago de su pensamiento. La derecha libre y en el aire y la izquierda afianzada al suelo.
–El resultado es un instante glorioso de Quintero en su mesa de los Ratones Coloraos, en un escorzo muy torero, con detalles tan sugerentes como los papeles de los guiones donde se lee lo que le dijo al oído. ¿Qué le dijo?
–Me dijo, y así se lo dije a su hija, que pusiera una dedicatoria: 'A mis querido hijos de puta'. Como bien sabes era el título de un libro que siempre quiso escribir y que ya estaba escribiendo dedicado al periodismo.
–El caso es que usted ha sido tan fiel que ha replicado por photoshop la letra de Quintero.
–Así es. Por photoshop, a través de unos escritos suyos que me cedió su hija Andrea, letra a letra compuse esa frase con su caligrafía. Este proceso se hizo con laser para ser fiel a su letra original.
–¿Por qué quiso usted que su Jesús Quintero se quedase sobre su tumba y no en una plaza céntrica de San Juan del Puerto?
–Porque es donde están sus restos mortales. No hay sitio más importante para el monumento que sobre su tumba. Así lo quise siempre.
–Me han contado que usted tiene en proyecto hacerle un busto para que luzca en el pueblo.
–Lo mismo no es un busto y es una escultura entera. No sé, el Loco caminando y mirando al horizonte.
–Entre el mausoleo de Quintero y el grupo escultórico del Rocío, usted se consagra como autor de escenografías.
–A mí la escenografía me encanta. Lo mismo hago un grupo religioso para semana santa que lo que hice en mi homenaje al Rocío. Me encuentro muy a gusto en ese tipo de composiciones.
–Por cierto, el niño en volandas sobre los sesenta almonteños se le parece mucho…
–El niño es mi hijo con dos añitos. Y entre los almonteños están amigos, mi padre, primos hermanos…Todos muy rocieros.
–Volviendo a Quintero: dicen que sobre su tumba se arrodillan los recuerdos de seguidores que le dejan flores, cartas, guiones, cuadros…Usted le ha dejado una obra impactante.
–Le he escuchado decirme al oído que lo sacara guapo, joven y sin arrugas. Ya sabes lo coqueto que era. Eso es lo que yo he dejado sobre su tumba.
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–Una curiosidad: ¿le ha dicho Quintero qué es lo que más le gusta de su obra?
–Yo creo mucho en el destino. Y si él ha querido que yo le hiciera esta obra es porque estoy convencido de que me eligió para hacerla.
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