La gran paradoja de Sevilla: grandes contenedores culturales sin contenido... y los museos sin espacio

Las administraciones, gracias a la colaboración público-privada, han encontrado en los 'contenedores culturales' la salida para recuperar grandes espacios monumentales como las Atarazanas, la Fábrica de Artillería, Santa Clara o, a nivel industrial, la antigua Fábrica de Tabacos. Todos ellos seguirán el modelo híbrido entre lo humanístico y lo artístico del Matadero de Madrid, que fue pionero en lo conocido como industrias creativas.

Por un lado, el Centro Magallanes de la Fábrica de Artillería tendrá un «programa de experimentación, creación y divulgación artística y cultural» basado en el emprendimiento. Por otro, la catedral civil de Sevilla que son las Atarazanas será un espacio multiusos que tendrá relación con la historia de Hispanoamérica y que en sí mismo será un museo ya que dejará a la vista restos arqueológicos y arquitectónicos de primer orden. En sus tres edificaciones encabalgadas habrá exposiciones, conciertos, conferencias y una sala de muestras permanentes, pero todo por rellenar.

El tercer espacio será el 'Cubo' que ha proyectado el arquitecto japonés Kengo Kuma en el viejo edificio de oficinas de Altadis. El inmueble servirá de conexión en su planta baja entre todo el complejo, creando un espacio libre, y tendrá un uso cultural... aún sin definir.

Asimismo, el Espacio Santa Clara, que es el primer contenedor cultural de la ciudad, sigue rehabilitando espacios para ampliar su capacidad. En el Plan Director del Patrimonio del Ayuntamiento, el convento se establece como la sede del museo municipal, que se amplía en una red descentralizada de 30 edificios históricos a los que se le pretende dar un uso vinculado con su propia historia, pero de momento abstracto. Tampoco se ha determinado el que tendrá el Mercado de la Carne -cuya nueva licitación está parada-, San Hermenegildo -que se va a rehabilitar próximamente-, la Casa Murillo o el monasterio de San Jerónimo. Más concretados, aunque ambiguos, están San Laureano -que será un 'laboratorio urbano'-, el Colegio Paterri -Centro Andaluz del Municipalismo- o La Ranilla, que se dedicará a la memoria histórica, como parte de la comisaría de la Gavidia. Y sí están definidos los museos de la Casa Cernuda -dedicado al poeta- y el del Pabellón Real -al regionalismo y a Aníbal González-. Ambos están en trámite para su adaptación.

La estrategia que ha seguido Sevilla es bien distinta a la exitosa de Málaga, donde primero se definen los usos de los espacios y luego se lleva a cabo su restauración llegando a acuerdos con empresas privadas que le dan actividad y función museística.