El gobierno de Sanz culpa al PSOE de la «operación ruinosa» para Emvisesa por la ampliación de Fibes

El delegado de Urbanismo, Juan de la Rosa, responsable político actual de la gestión de Emvisesa, ha señalado en declaraciones a ABC de Sevilla que la implicación que tuvo la empresa municipal de la vivienda en las obras de ampliación de Fibes fue «una operación ruinosa del PSOE». En este sentido, ha recordado que el gobierno de Alfredo Sánchez Monteseirín decidió que «se dedicaran a hacer un pabellón que se disparó económicamente» en vez de a construir vivienda pública, que «es su fin principal». Un escenario que, a su entender, condenó a Emvisesa, pues se la hizo responsable de «una obra sin control, con defectos constructivos por no haber hecho un seguimiento de los trabajos y sin que se reclamaran daños y perjuicio» a las empresas que se encargaron de la construcción del edificio.

De la Rosa ha insistido en que aquella encomienda de gestión que hizo el PSOE acabó por «meter en el hoyo» a Emvisesa, cuyas cuentas entraron en situación ruinosa al tener que aportar 20 de los 100 millones que al final se invirtieron en la ampliación de Fibes. Entre otros aspectos, motivados por un sobrecoste del 40% sobre el presupuesto original en el que se tasó esta actuación proyectada por el arquitecto Guillermo Vázquez Consuegra. «A cambio le dieron dos parcelas, la R1 y la R2 junto al Palacio de Congresos, que han estado abandonadas más de una década porque el PSOE no tenía ningún plan para ellas». De hecho, ha recordado que «ha sido este gobierno el que se ha puesto a trabajar en ellas y ha conseguido vender una por 14 millones de euros para construir casi 700 viviendas en alquiler».

Con todo, el Ayuntamiento de Sevilla ha reconocido ser «consciente» de la delicada situación por la que atraviesa actualmente este edificio de Fibes 2, con unas filtraciones en la cubierta que incluso han obligado a tener que pagar varias indemnizaciones a los promotores de eventos a los que les ha afectado el agua que se cala en el interior. Sin embargo, los trabajos para la rehabilitación de los techos, que en 2018 se tasaron en 4,5 millones, se han encarecido por el aumento del precio de los materiales «entre un 30 o un 40%». Algo que ahora mismo es «inasumible» para Emvisesa, a la que la UTE que acometió la obra sólo dejó 1,2 millones en concepto de fianza para atender estos desperfectos. «Estudiaremos un plan de saneamiento para ir abordándolos desde lo más urgentes, teniendo en cuenta las limitaciones económicas que tenemos ahora mismo», ha asegurado De la Rosa.