Fuego cruzado por el control del grupo municipal de Ciudadanos

El que fuera candidato de Ciudadanos en las municipales de 2019 anunció a finales de septiembre que no concurriría a las elecciones de la próxima primavera, aunque aseguraba que seguiría como portavoz con su «firme compromiso de trabajar por los sevillanos y centrado en mi ciudad hasta el final de mi mandato». Tres semanas después, y tras las injerencias de la comisión gestora regional que dirige el partido tras la marcha de Juan Marín, anunció Pimentel que «la mayoría» de quienes conforman el grupo municipal —él y los concejales Amelia Velázquez y Lorenzo López— preferían esperar al 31 de diciembre para hacer el relevo en la portavocía.

En ese punto se inicia una guerra abierta en un grupo municipal que hasta la fecha se había caracterizado por sus nulas fracturas y salidas de tono. Un bando acusa a Pimentel de estar preparando un posible salto de alambrada hacia la parcela de José Luis Sanz; el otro señala al único concejal alineado con la gestora regional (Miguel Ángel Aumesquet) —elegido extraoficialmente para capitanear la próxima candidatura— de estar preparando una estrategia de acercamiento hacia el PSOE para beneficiarse del nicho de votantes que ofrece la disolución de Adelante Sevilla (Podemos e Izquierda Unida). Electores con reticencias a marcar la casilla de los socialistas en sus sufragios que podrían recaer en el sumidero naranja.

Las relaciones entre Álvaro Pimentel y la dirección del partido parecen irreversibles. Según ha asegurado la coordinadora provincial y responsable de Acción Institucional en la gestora, Isabel González, el que fuera candidato naranja en los comicios de 2019 la ha «bloqueado» en su teléfono. La utrerana explica que «no tiene ningún sentido el obcecamiento» de Pimentel en fijar el 31 de diciembre como fecha de salida de la portavocía. «No existe un argumento que lo justifique», afirma.

El partido ha contratado una «potente» campaña marketing y publicidad para promocionar a los nuevos candidatos. De ahí las prisas por tener al frente en el Ayuntamiento a su nuevo alcaldable. «Una vez que Pimentel decide retirarse, tenemos todo el derecho a ser nosotros quienes marquemos la nueva estrategia», explica a este periódico la coordinadora provincial, quien también señala que la estrategia llevada hasta ahora en el Ayuntamiento «no ha sido muy acertada», porque «estamos a cero».

Los datos que maneja el partido entre bastidores gravitan muy próximos a la encuesta publicada el pasado lunes por este periódico: por debajo del 3 por ciento de los votos, quedándose fuera de la representación municipal tras las elecciones de mayo. Ahora quieren empezar a proyectar al más que posible próximo candidato, Miguel Ángel Aumesquet, gracias al foco que otorga la portavocía del Ayuntamiento. Asumiría toda la argumentación y la potestad de presentar mociones, aunque ciertamente lleva tiempo asumiendo galones en los Plenos municipales.

La responsable de Acción Institucional no esconde la preocupación que existe en Ciudadanos por la fuga incesante de sus miembros a las filas del Partido Popular. «Vivimos un asedio y acoso diario del PP». Y reconoce que tampoco le sorprendería que los dos concejales más íntimos de Álvaro Pimentel (Amelia Velázquez y Lorenzo López) emprendan el sendero de lo naranja a lo azul. «La actitud de ellos dos es aún más grave, porque se ponen de parte de Álvaro en lugar de arropar al partido que representan», agrega.