Discurso del nuevo alcalde de Sevilla: «Soy José Luis Sanz y detesto la desorganización, la dejadez y la improvisación»

Sanz inició su discurso con una cita de Antonio Burgos: «Sevilla es un sueño de los sevillanos. y quizá esto de ser sevillano sea una actitud ante el mundo, una forma de mirar le mundo» y destacó el honor y responsabilidad que supone cumplir su sueño de ser alcalde «de la ciudad más bonita del mundo».

«Si no cumplo con las expectativas estaré defraudando a muchos, a mí el primero. pero ahora solo me guía la ilusión por mejorar la calidad de vida en todos los barrios de la ciudad. Me ilusiona tanto porque sé como hacerlo».

Tuvo un agradecimiento para todos los alcaldes que en democracia le precedieron y un muy especial recuerdo a Alberto Jiménez Becerril y a su mujer Ascensión García asesinados por ETA, asegurando que el que fuera «alcalde de Triana» será concejal perpetuo «porque nunca pudieron apagar su voz. Siempre estaremos aquí para proteger y difundir sus ideas y valores.

Agradeció a sus votantes la confianza depositada y a todos los que no le votaron, asegurando que será «el alcalde de todos».

También entre los agradecimientos tuvo palabras para sus ediles y se mostró convencido de que sus 13 concejales van a devolver con sentido común, humanidad y corazón «lo que hoy Sevilla les ha dado». Citó a los militantes por haberle abierto las puertas de los 108 barrios y al presidente del PP, Núñez Feijóo y al provincia Ricardo Sánchez por su confianza y apoyo. En cuanto al presidente de la Junta, Juanma Moreno, presente en la investidura, le agradeció «haber avalado sin fisuras mi proyecto para Sevilla, y por ser mi aliado para empezar a cambiar y transformar la ciudad. Hemos trabajado juntos con complicidad y lo seguiremos haciendo», comentó para asegurar que hoy se inicia una nueva etapa de sinergias con la Junta de Andalucía.

Muy emocionado se refirió a su familia, sus padres, hermanos, y en especial a su mujer Laura y sus hijos José Luis y Laura «a los que he robado tiempo para entregárselos a Sevilla» y a los citó como «los únicos responsables de que hoy haya cumplido mi sueño».

Recorrió pasajes de la historia de la ciudad desde la Ispal fenicia para agradecer a Sevilla, de la que dijo «son sus barrios a la sombra de la Giralda» y a la que considera una de las ciudades más atractivas del mundo de posibilidades infinitas pero en la que «necesitamos despertar a un gigante que lleva décadas dormido», porque «despierta expectativas inabarcables y concentra un potencial que no se puede cuantificar».

Sanz tuvo una forma peculiar de presentarse: «Soy José Luis Sanz y detesto «la desorganización, la dejadez y la improvisación.

Sanz relató que fue un niño de la Alfalfa, aunque nació en el 16 de José Laguillo; alumno de Portaceli y de la Universidad Hispalense. Hermnao de san Isidoro y la Candelaria, todos lugares que han condicionado su carácter y personalidad. Fue alcalde Tomares, pero asegura que nunca dejó de mirar desde los cerros el Aljarafe a la gran urbe. Allí, dijo, desarrolló «un modelo de gestión de éxito» de trabajo intenso, cercano al vecino, planificado y dedicado a mejorar la calidad de vida de los ciudadanos «que vamos a aplicar en cada barrio de Sevilla», una ciudad que pretende reformar pero que antes «tiene que volver a funcionar».

Confesó que hay tres asuntos que le quitan el sueño. El primero es el referido al funcionamiento de los servicios públicos. En especial, la suciedad, porque «la ciudad más bonita del mundo no puede seguir siendo la ciudad más sucia de España, hay que actuar con decisión y poniendo todos los recursos necesarios implantando un plan de choque. «La limpieza -dijo- será mi obsesión y una de mis prioridades».

Otra de la preocupaciones del nuevo regidor es la inseguridad, «acuciada por la falta de efectivos y recursos materiales». Al respecto reiteró que exigirá al Gobierno la dotación de 400 policías nacionales que faltan en la plantilla de la ciudad.

También provoca el insomnio del alcalde es el tráfico, los aparcamientos y el transporte público problemas que «hacen la vida imposible al sevillano. Ahí Sanz anunció una oficina de coordinación y planificación de obras que establecerá un plan de movilidad alternativo con vecinos y comerciantes al comienzo de los trabajos. En cuanto al tráfico avanzó que lo reordenará en zonas como la Macarena y Carretera de Carmona, y que se proyectarán pasos subterráneos en Montes Sierras y San Lázaro, el soterramiento de la Ronda Urbana Norte y en un futuro a más largo plazo el del Paseo Colón desde San Telmo a Arjona. Descarta el pan Respira de restricciones de acceso al centro, que no se aplicará hasta que se construyan más aparcamientos-no se construye uno desde 2008- y se incremente los transportes públicos. En este sentido anunció más líneas de autobuses como la que unirá Sevilla Este con el Hospital Macarena o la lanzadera a la Ciudad de la Justicia de Palmas altas o los refuerzos para grandes eventos y partidos de fútbol.

Sanz tiene claro que «sin el metro no seremos capaces de diseñar ningún futuro para la ciudad», por lo que pide a todas las administraciones intentar adelantar los plazos y aportar las inversiones necesarias.

También tuvo una mención a la falta de sombra como otro problema a solventar asegurando que el mantenimiento y la conservación de las zonas verdes serán seña de identidad de su gobierno. Para ello anuncia una auditoría del arbolado y 25 propuestas para mitigar el efecto del calor entre ellas la de formar un anillo verde de 45 kilómetros.

Como segundo gran problema «por no decir el primero» Sanz situó a los barrios de Sevilla que siguen encabezando la lista e los ms pobres de España. «Nunca seremos nada, ni creceremos como ciudad, ni seremos capital de nada si no empezamos a atajar este gravísimo problema». El alcalde anunció una inmediata reunión con el Comisionado del Polígono Sur y un plan contra la infravivienda con incremento de las unidades de Trabajo Social.

El tercer problema es para Sanz la falta de infraestructuras básicas del área metropolitana. se refirió a la SE-40, la falta de conexión de Santa Justa y el aeropuerto, el cierre del anillo de Cercanías, para asegurar que será un alcalde «reivindicativo, gobierno quien gobierno. Aquí no hay partidos ni ideologías, está en juego el futuro de la ciudad, Voy a ser un alcalde incómodo para el resto de las administraciones si Sevilla no es tratada como se merece y necesita».

Sanz lamentó que hasta ahora hay habido falta de proyecto de ciudad y bautizó el mandado como el de los barrios.

Destacó además en su discurso el cuidado especial con el paisaje urbano para que la marca Sevilla recupere una identidad propia, siga siendo una potencia turística, alcanzado un equilibrio con los residentes. «Me da pena ver como el centro se está convirtiendo en una zona sin alma y sin sevillanos».

Además mostró su apuesta porque la ciudad sea la gran capital industrial, empresarial y tecnológica del sur de España. «Nuestra acción de gobierno se va a centrar en la innovación, el emprendimiento, la tecnología y al creatividad». El nuevo alcalde Sevilla no cree que el futuro de Sevilla esté en «la alfombra roja de los Goya» o en tratar de ser el foco mundial de grandes eventos (que prometió, no obstante, seguir buscando), sino en «la innovación, el emprendimiento, la tecnología y la creatividad». En su discurso de investidura como nuevo alcalde de Sevilla (obtuvo los 14 votos de su partido los otros tres, PSOE, Vox y UP, se votaron a sí mismos), anunció que la Isla de la Cartuja tiene que ser la locomotora. «Crearemos el Distrito número 12 para Cartuja y ejecutaremos, al menos, 20 actuaciones, para que nuestro parque científico y tecnológico sea un gran referente internacional. Además, convertiré los parques empresariales en parques innovadores con una delegación específica, con la que reactivaremos y pondremos en valor los principales motores económicos y generadores de empleo en la ciudad», dijo como inequívoca declaración de intenciones.

«Si no cumplo con las expectativas estaré defraudando a muchos, a mí el primero. pero ahora solo me guía la ilusión por mejorar la calidad de vida en todos los barrios de la ciudad. Me ilusiona tanto porque sé como hacerlo», añadió.

Decidido a recuperar el espíritu transformador de la Sevilla del 92, anunció «un cambio de modelo cultural para no reproducir errores del pasado». Entre los objetivos, prepararse para conmemorar los 500 años de la boda de Carlos V en el real Alcázar en 2026, el centenario de la Generación del 27 y el centenario de la Exposición Iberoamericana en 2029. Reiteró su proyecto de llevar el museo de Bellas Artes a la antigua Fábrica de Tabacos, de la mano de la Universidad y la potenciación del patrimonio histórico, el flamenco, la ópera, el teatro.

«Ha llegado la hora de cambiar muchas inercias. La burocracia no puede ser una freno para la ciudad», dijo Sanz que prometió diálogo como una de sus principales herramientas de trabajo, tendiendo al mano a la oposición para trabajar juntos por Sevilla. «No pondremos líneas rojas ni vetos a nadie. Voy a gobernar para todos, sin sectarismos ni revanchas. Sevilla nos está esperando», concluyo Sanz entregando «humildemente» su bastón de mando a los sevillanos .