Se disparan las llamadas de jóvenes con ideas suicidas al Teléfono de la Esperanza de Sevilla

El Teléfono de la Esperanza, una organización sin ánimo de lucro que trata de escuchar y de ayudar a personas con problemas de soledad o de cualquier otro tipo, recibió el pasado año en Sevilla 285 llamadas de personas que manifestaron su deseo de no seguir viviendo. Fueron 25 llamadas más de este tipo que el año anterior y 178 más que en 2020. Desde 2019 se han triplicado las llamadas de esta naturaleza, según esta organización.

De esas 285 llamadas, 231 tenían «ideas suicidas», 43 tenían «crisis suicidas» y 11 eran «de actos suicida en curso», la categoría más temida por los psicólogos y voluntarios que atienden este teléfono.

Asunción Doctor, una de las coordinadoras del Teléfono de la Esperanza en Sevilla, explica que se entiende por «crisis suicidas» cuando «la persona que se pone en contacto con nosotros lleva ya tiempo dándole vueltas a la idea del suicidio y ya cuenta con un plan o método de suicidio». En estos casos, el riesgo de que se consume la autólisis es «alto».

Mucho más alto aún es el de las llamadas encuadradas en la categoría de «actos suicida en curso», la más peligrosa de las existentes, como explica esta experta. «Son las que más tememos en el Teléfono de la Esperanza porque suelen haber iniciado ya el acto del suicidio, normalmente con pastillas. En algunos casos, cuando las escuchamos, observamos que tienen un habla lenta fruto de la medicación ingerida». Lo primero que se hace es obtener pistas sobre la localización de esa persona paa poder llamar a Emergencias; lo segundo, tratar de mantener la comunicación. «Intentamos localizar dónde está para enviarle ayuda médica y lograr que su acción no se consume. Tenemos casos de intoxicación con pastillas y otros de personas que nos dicen que tienen un cuchillo en la mano o que están al borde una cornisa a gran altura», cuenta Asunción Doctor.

Se trata de situaciones críticas en las que los operadores del teléfono tratan de averiguar si están solos o hay un vecino cerca. «Les decimos que dejen la puerta abierta por si eso puede hacer que entre ayuda. Esas llamadas son las que peor sabor de boca nos dejan y muchas veces quedamos sin saber lo que pasa después de la llamada, puesto que una vez que la llamada se corta ya no depende de nosotros».

Según los últimos datos del INE, de las 4.003 muertes por suicidio que se produjeron en España en 2021, 22 fueron de menores de 15 años y 316 de jóvenes entre 15 y 29 años.En la adolescencia se incrementa el riesgo, según los expertos.

El Teléfono de la Esperanza recibió en España el pasado 18.899 llamadas, casi 3.000 más que en 2021. Del total de peticiones de ayuda recibidas, 12.396 fueron de menores de 25 años. Ante la creciente demanda de ayuda de jóvenes y adolescentes, el Teléfono de la Esperanza ha creado un chat de ayuda al que se puede acceder descargando la app Conéctate.Social. En este espacio pueden pedir ayuda de forma anónima y recibir el apoyo que necesitan.

Para el Teléfono de la Esperanza es urgente poner en marcha un Plan Nacional de Prevención de Suicidio en España que coordine todos los planes autonómicos e incluya medidas preventivas y de intervención en centros educativos. «Estos programas deberían recoger, al menos, información clave sobre conducta suicida, estrategias de intevención para alumnos y docentes describiendo la manera de identificar los estudiantes en riesgo y cómo interactura con ellos, estrategias de intervención tras el suicidio o intento de suicidio, y un plan de crisis y guías para la conversación en clase tras estos hechos», cuenta uno de los colaboradores.

Se trataría de constuir una red de cuidado y protección «entre todos y para todos».Con la puesta en marcha de la campaña «Hope is in the air» y el proyecto «Agarra la vida», el Teléfono de la Esperanza pretende llegar a la población adolescente y joven, ofreciendo información y recursos de ayuda. «Nos hemos apoyado en las famosas obras de Banksy, Niña con globoy Love is in the air, `para construir este mensaje».»Agarra la vida» pretende impulsar «la creación de recursos culturales y artísticos que ayuden a visibiizar la enorme importancia que tiene en nuestra sociedad el cuidado de la salud emocional y cómo el cuidado es un factor clave en la prevención el suicidio».

El proyecto «Pedalea por la vida» invita a pedalear entre el 10 de septiembre y el 10 de octubre a cualquier persona, en cualquier lugar, y a subir esos kilómetros y razones para vivir a www.pedaleaporlavida.com. Los «jefes» de este proyecto son Pruden y Miguel Induráin.