En qué consiste una exhumación como la de Queipo de Llano y qué precio tiene
Los restos tanto de él como de Francisco Bohórquez estaban en la basílica de la Macarena y en la noche de este miércoles fueron retirados
Exhuman los restos de Queipo de Llano y Francisco Bohórquez en la basílica de la Macarena
Exhumación de los restos de Queipo de Llano y Francisco Bohórquez, en imágenes
La noticia saltó hace apenas diez días. Entonces se convirtió en oficial un secreto a voces: los restos de Queipo de Llano y Francisco Bohórquez debían ser exhumados de la basílica de la Macarena. El secretario de Estado de Memoria Democrática, Fernando Martínez, envió ... una carta al Hermano Mayor de la Hermandad de la Macarena para que «procediera a dar cumplimiento con la Ley de Memoria Democrática» con la exhumación y posterior traslado de los restos de los dos militares.
Y este miércoles, 2 de noviembre, se llevó a cabo. Al cierre de la basílica, en torno a las 21.00 horas, comenzaron a llegar miembros de ambas familias para estar presentes en este acto. Pero, ¿qué es exactamente una exhumación?
Diversas fuentes de servicios funerarios explican a ABC que «es una reducción de restos cadavéricos. Normalmente, cuando un cuerpo se inhuma tiene un proceso de descomposición y lo que quedan son restos cadavéricos, que suelen estar enterrados en una sepultura de tierra o en un nicho. Evidentemente, ocupan un espacio y en muchas ocasiones los familiares quieren utilizarlo para posteriores fallecimientos. La Ley de Policía Sanitaria Mortuoria indica que las exhumaciones se pueden hacer a partir de los cinco años. De modo que muchas veces se hacen los dos procesos el mismo día. Por la mañana se exhuman el cuerpo del abuelo, por ejemplo, que estuviera enterrado y en el mismo acto se lleva a cabo el entierro de la persona recién fallecida. Una vez que la familia decide que se proceda a la exhumación, contacta con una empresa funeraria, que es la encargada de llevar a cabo este tipo de situaciones y la cual solicita una licencia al ayuntamiento en cuestión».
Hay que diferenciar entre unos cuantos tipos de exhumaciones y, por tanto, hay una variación importante en la cuantía que pueden tener: «El precio de estas licencias varía según el ayuntamiento, pero no son operaciones especialmente caras. Pueden costar en torno a los 100-150 euros de media. Cada cementerio tiene su ordenanza fiscal publicada en el Boletín Oficial de la provincia, así que esas tasas tienen que ser pagadas por una funeraria. Realmente lo que hace la funeraria, aunque no en todos los casos, es facilitar un cajón de restos. Luego, si se va a quedar en el mismo cementerio, no pasa nada, pero si esos restos se van a trasladar a otro hay que hacer una petición a Sanidad. Se puede hacer hasta por Internet, explicando que van a ser trasladados a otro cementerio o que se van a llevar a un crematorio».
Pasos a dar un en una exhumación como la de Queipo de Llano
Lo primero que hay que aclarar es que un difunto, su cuerpo o sus restos, no pueden ser trasladados por una familia, mientras que eso sí puede hacerse con una cenizas, las cuales pueden ser depositadas en un columbario privado, pueden tenerlas en casa o esparcirlas en algún lugar concreto.
Una vez que queda claro que hay restos cadavéricos, hay que ver dónde se encuentran. «Pueden estar en un cementerio, en un nicho, en una sepultura… en mil sitios. Incluso hay criptas dentro de las catedrales y las iglesias. En estos casos, en vez de realizar la operación los sepultureros, lo hace el personal de mantenimiento del lugar. Tienen que documentar esa exhumación, pedir una solicitud para el traslado y dar el destino. En el caso de que sea un cementerio sólo hay que especificar a cuál es. Si se trata de una cremación, el crematorio tiene que emitir un certificado de incineración en el que se indique si las cenizas se las queda la familia o las van a trasladar a un cementerio, ya que entonces habría que pedir un permiso para la inhumación de los restos en forma de ceniza», comentan estas fuentes.
¿Y qué coste puede tener? «Puede ser simplemente el de una licencia de un ayuntamiento más el apoyo de un trabajo de albañilería que puede hacer hasta el propio sepulturero, hasta cuatro o cinco operarios más todo el material necesario. Es que depende de mucho de dónde se vaya a hacer. Si es dentro de una catedral, iglesia o basílica también depende mucho del tipo de losa o tapamiento que tenga la sepultura y de si está encastrado en el suelo o está en superficie. Puede ayudar el servicio de operarios que tenga el lugar, pero lo tiene que realizar una empresa funeraria. El resto lo puede extraer un sepulturero o un operario, pero el traslado de los restos lo tiene que hacer una funeraria. Hay que pensar que hay que ir añadiendo defectos en el mármol. Luego hay que ver cuántos cuerpos hay, si hay diferentes alturas. Cada caso requiere un presupuesto. Eso sí, en este tipo de casos de catedrales o criptas, hasta que no abres no sabes muy bien cuánto puede costar».
Y los servicios funerarios inciden en un punto muy importante que eleva bastante el presupuesto: «También puede ocurrir otra cosa, y es que encuentres un cuerpo momificado. Normalmente, cuando el entierro de hace en una cripta, la Ley de Policía Sanitaria Mortuoria dice que los cuerpos deben estar embalsamados. El embalsamamiento debe hacer que el cuerpo esté semimomificado. Si te sale una momia ya no puedes utilizar un cajón de restos, sino un sudario y un féretro. A partir de ahí, todo eso suma. Algo que puede ser muy sencillo, se puede complicar porque se rompa una tapa, sea difícil llegar, tengan que utilizar algunos materiales concretos y además aparezca una momia. Incluso cambia con respecto a la incineración, que de un resto cadavérico cuesta 200 euros, pero uno de un cuerpo cadavérico son unos 500».
El precio del caso de Franco
Por tanto, hasta que no se lleva a cabo toda la operación no se puede saber el precio total de la misma, pero sí es cierto que existen otros casos que pueden servir de ejemplo para hacer una estimación. Por ejemplo, el de Franco. Su precio se disparó por diferentes motivos hasta los 126.000 euros pero, centrándonos en los mismos pasos que se han tenido que dar para la exhumación de Queipo de Llano y Francisco Bohórquez, sí hay dónde fijarse.
Y es que el contrato para la exhumación, traslado e inhumación de los restos costó 11.709,17 euros, a los cuales habría que añadir 4.758,66 euros en provisión de medios materiales. Por lo tanto, el total fue 16.467,83 euros.
Ver comentarios