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Condenado un policía de un pueblo de Sevilla por intentar estafar al seguro con un falso robo de joyas

El acusado había cobrado una indemnización de 60.000 euros por el robo de un diamante en su casa tan sólo dos años antes de presentar una nueva denuncia que hizo saltar todas las alarmas

¿Cómo detecta la Policía de Sevilla las denuncias falsas?

Imagen de archivo de relojes de gama alta recuperados en una operación policial ABC

¿Cuáles son las probabilidades de que a una persona le roben dos diamantes en dos robos distintos, perpetrados en apenas dos años de diferencia y cometidos en la misma vivienda? Ésa es la pregunta que ha sobrevolado un caso curioso que se juzgó recientemente ... en el juzgado de lo Penal número 12 de Sevilla y que ha acabado con la condena a cuatro meses de cárcel para un policía local de El Viso del Alcor que intentó engañar al seguro con un supuesto robo de joyas, valoradas en casi 100.000 euros. A día de hoy, este funcionario municipal sigue en activo y no ha sido apartado del servicio. Fuentes judiciales han confirmado que ha recurrido el fallo.

En la sentencia dictada, facilitada por la Oficina de Comunicación del TSJA a ABC, se detalla cómo Juan Francisco R. P. denunció el 17 de mayo de 2019 que alguien había entrado en su casa la noche antes, aprovechando que había salido con su mujer a la Feria de El Viso del Alcor. Según recoge esa denuncia, que la Justicia considera falsa, los ladrones habían forzado una caja fuerte que tiene en el salón y se habían llevado un botín en joyas bastante importante compuesto por un rolex, un reloj de oro de la exclusiva marca Breitling, un diamante de 1,20 quilates, tres juegos de pendientes de perlas, oro y brillantes y varias piezas de oro más como un palio bordado de una virgen. El policía local dio parte a su seguro del hogar, indicando que el total de lo sustraído estaba valorado en 99.841,38 euros.

Se da la circunstancia, como detalla la sentencia en el capítulo de hechos probados, que esta misma persona había denunciado dos años antes, en concreto el 25 de junio de 2016, que le habían robado en su casa. Y en aquella primera ocasión, los ladrones volvieron a dar en la diana porque se llevaron un diamante tras romper una caja fuerte, distinta a la que presuntamente fue manipulada en 2019. El agente obtuvo entonces una indemnización de su compañía de seguros de 60.000 euros.

En 2017, cuando ya había transcurrido un año de aquel primer robo, suscribió una póliza de seguro de hogar con una aseguradora distinta. Pero como recogen las actuaciones judiciales, no se dio de baja como cliente de la anterior, la que le había indemnizado. Es decir, que desde 2017 hasta 2019, cuando se produce el segundo robo extraño, estuvo pagando dos pólizas similares.

Cuando la compañía que recibió la denuncia de robo de 2019 supo que su cliente había sufrido ya un robo muy similar pocos años antes y había logrado cobrar de su seguro, puso el caso en manos de la Guardia Civil y de un detective privado porque le olía mal el asunto.

Cuando se produce el supuesto robo, el condenado acude a sus compañeros de la Policía Local para que inspeccionen la casa a pesar de que no tenían medios y no le dice nada a la Guardia Civil

 

La juez del Penal 12 ha concluido tras la celebración de la vista oral que hay pruebas suficientes «que permiten afirmar, sin género de dudas,» que el acusado intentó cometer una estafa. Además de las coincidencias entre ambos robos, la sentencia recoge cómo al interponer la segunda denuncia, acudió a sus compañeros de la Policía Local para que analizaran la vivienda «y no se dio cuenta a la Guardia Civil para proceder a una inspección más exhaustiva» a pesar de que ese cuerpo sí contaba con medios para llevar a cabo ese trabajo de Policía Científica.

«Pese a ser policía local y directamente perjudicado por el hecho delictivo, el acusado parecía no tener interés en la averiguación de los hechos», detalla la sentencia. Cuando el Instituto Armado asumió las pesquisas tras la denuncia de la aseguradora, constató que la inspección ocular que se había realizado en la casa del condenado tenía irregularidades que ratificaron los agentes de la Benemérita en el juicio. «Ni siquiera realizaron fotografías de todo lo observado, y con ello el acusado se conformó pese al valor de lo supuestamente sustraído. Por la cuantía del robo y siendo en casa habitada existía la obligación de dar cuenta a la Guardia Civil. Pero no se hizo«, sentencia la juez.

Sin papeles y una factura falsa

Los compañeros del condenado que había acudido a su aviso también declararon en la vista oral y justificaron que no se llamara al Instituto Armado «porque nunca tenían vehículos y tardaban en llegar». Una respuesta que no ha convencido a la juez.

Los otros dos indicios que han llevado al dictamen de una sentencia condenatoria es que a pesar de haber sufrido un robo cuantioso en 2016, el policía no reforzó las medidas de seguridad de su casa. No instaló ni una alarma. Y por otro lado, a la hora de justificar las joyas que se habían llevado los ladrones, sólo entregó una «factura claramente falsa« que le confeccionó un amigo sobre uno de los relojes sustraídos. Esta persona testificó en el juicio y reconoció que le hizo ese favor porque se trata de un buen cliente.

El ahora condenado tampoco aportó documentación alguna sobre la pieza más valiosa, el diamante. El condenado alegó en el juicio que se lo había comprado a un tío suyo que estaba pasando una mala época. «Ni siquiera se hizo un recibí», destaca la juez sobre una transacción de miles de euros.

Este policía local de El Viso negó la acusación de la Fiscalía e insistió durante su declaración en la vista oral que había sido víctima de un robo, una vez más.

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