Que Manu Sánchez tiene el don de la palabra no es ninguna novedad. Que es un enamorado de Sevilla y Andalucía, tampoco. Y aun así, el breve pero intenso discurso que ha pronunciado para abrir el acto de entrega de las medallas de la ciudad ... de Sevilla este jueves 30 de mayo en Fibes ha dejado a más de uno con la boca abierta y las manos doloridas de tanto aplaudir.
«Sevilla no es una, ni dos, ni tres, ni muchas... Sevilla es infinita», sentenciaba el presentador nazareno, quien entiende como pocos la pluralidad y riqueza de la capital andaluza. Hay tantas Sevillas como sevillanos y visitantes, y cada una de sus aristas es tan Sevilla como las demás. Así lo ha proclamado en este día de San Fernando en el que el Ayuntamiento ha concedido las medallas de la ciudad, en esta ocasión en una gala vespertina al coincidir la jornada con la del Corpus Christi.
«Sevilla es alfa y omega, Sevilla es siempre Sevilla. Sevilla, siempre acusada de ensimismamiento, siempre orgullosa de ombligo, siempre culpable de ego. Sevilla es eso y mucho más». La ciudad que hace verdad su tópico y realidad su leyenda, una carga que a veces pesa más de la cuenta. Una ciudad marcada siempre por las dualidades, como también ha recordado Sánchez: «Sevilla es barrio y es el centro, es nueva y es vieja, es ancestro y es progreso. Sevilla siempre futura, Sevilla siempre creciendo. Sevilla de ayer y de siempre, Sevilla es real y es sueño».
«Sevilla es única en el mundo entero». Estas palabras han servido para que los aplausos de los asistentes a la gala en Fibes hayan impedido que el mordaz humorista continúe su discurso, que retomó para finalizar con un contundente y emotivo «Sevilla es todo y todo es Sevilla. Sevilla es el Gran Poder del pueblo». Un auténtico canto de amor a la ciudad que se ha convertido en uno de los grandes momentos de la tarde.
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