En dicho comunicado, firmado por el propio Cabezuelo, aclara que se desvincula de las declaraciones que realice el letrado Agustín Martínez sobre el resto de miembros de 'la Manada', pues desde enero de 2021 no es su abogado. «La dirección jurídica de mis intereses la ostenta un despacho profesional diferente y del que Agustín Martínez no forma parte, encontrándome plenamente desvinculado, laboral y personalmente, del letrado referido y, por ende, de cualquier decisión o manifestación que realice».
Además, explica que, en la actualidad, «la situación jurídico-penitenciaria en la que nos encontramos cada una de las personas que fuimos condenadas es sustancialmente diferente a la de los restantes penados», por lo que considera que «cualquier decisión o pronunciamiento» sobre su situación ha de corresponderle, «en exclusiva», al propio Cabezuelo o a su abogado.
«Pido, respetuosa y encarecidamente», tanto a los medios como a Agustín Martínez, que, en adelante y en la medida de lo posible, «eviten realizar cualquier tipo de alusión generalizada acerca de las decisiones sobre la situación jurídico penal en la que me encuentro, máxime cuando se desconocen los pormenores de la misma». Eso sí, respeta lo que haga el resto de los condenados.
Y en la misma carta manifiesta que, desde que deviniera firme la sentencia por la que actualmente cumple más de 21 años de condena, ha «tratado de permanecer al margen de cualquier tipo de polémica o debate moral, social o legal que haya podido surgir en torno a ella, siendo mi intención continuar manteniendo esta postura».
Es por este motivo por el que vuelve a solicitar que, pública o privadamente, se «evite» realizar cualquier tipo de afirmación sobre su situación procesal por persona «no autorizada para ello» o que se aborden «cuestiones tan sensibles sin el rigor, la constatación e individualidad que requieren».
«Mi único deseo es cumplir la pena que se me impuso en los propios términos que dictó la sentencia y alcanzar mi reinserción, labor con la que me encuentro férreamente comprometido desde mi ingreso en el centro penitenciario (Salamanca) en el que cumplo condena y durante su cumplimiento», expresa este miembro de 'la Manada'.
Y concluye que no es su intención «participar, ni personalmente ni, menos aún, a través de ningún profesional que no se encuentre habilitado para ello por mí, en ningún tipo de foro o debate mediático que solo pueda causar más daño del que ya ocasioné» a las víctimas de Pamplona o Pozoblanco.
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