Carlos Ruiz, además de cantante, pregonero de éxito en la Velá de Santa Ana
El integrante de Cantores de Híspalis deleita a los asistentes de la Velá de Santa Ana con un discurso cargado de emotividad pero, sobre todo, sorpresas
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PAULA MATEO
Sevilla
Este viernes 21 de julio por la noche tuvo lugar el pregón de la Velá de Santiago y Santa Ana en la plaza del Altozano. Carlos Ruiz, cantante del grupo sevillano Cantores de Híspalis, fue el encargado de dar la bienvenida a ... una de las Fiestas Mayores más importantes de Sevilla. El momento fue precedido por la actuación de Falete, que estuvo musicalmente acompañada por la Banda Sinfónica Municipal.
El pasado 24 de junio, la Comisión Organizadora de la Velá de Santiago y Santa Ana del Distrito Triana, Fiesta de Interés Turístico de Andalucía anunciaba que Carlos Ruiz sería el pregonero de este año. «Para mí es todo un orgullo. A Triana la quiero como si fuera mi madre. Me ha enseñado prácticamente todo lo que sé y las calles del barrio han sido mi escuela», confiesa el cantante. «Llevo con mucho orgullo el ser trianero. En cualquier entrevista y en cualquier lugar del mundo, cuando me preguntan de dónde soy, digo Triana», afirma, aunque luego tenga que especificar que no es un pueblo, sino un barrio de Sevilla. Por eso, no pudo evitar sentir nervios durante todo el día de ayer: «Es una responsabilidad muy grande, y en Triana no hay término medio. O sales en volandas, o te tiran al río», admite Carlos.
La gran responsabilidad que conlleva ser el pregonero de la Velá de Santa Ana fue precisamente lo que le echó para atrás cuando Manuel Alés del Pueyo, delegado de los distritos de Triana y Los Remedios, que la Comisión Organizadora y el Ayuntamiento de Sevilla habían pensado en él. Cabe destacar que, a tan solo 27 días del pregón, podría considerarse algo «precipitado», «me lo tenía que pensar». Por suerte, la indecisión le duró tan solo «cinco minutos», algo que, en parte, fue gracias a su mujer, Eva, que logró convencerle cuando, tras repetir «¡hazlo, hazlo!» en reiteradas ocasiones, y le recordó que no tenía por qué preocuparse: «Vas a hablar del barrio que conoces».
Tras comunicar su decisión a Manuel Alés, que, lleno de orgullo le recordó que iba a dar el segundo pregón más importante de Sevilla, se puso manos a la obra. Después de una lluvia de ideas infinita, donde muchas de ellas fueron descartadas, optó por ceñirse exclusivamente a la Velá de Santa Ana y a sus vivencias en la fiesta.
El factor sorpresa
Los consejos de una madre son buenos, pero los de una abuela son aún mejores. El saber va de la mano de la edad. Por lo general, cuanto mayores somos, más conocimientos poseemos. Siguiendo esta teoría, una abuela de 757 años debe tener sabiduría infinita. Por eso, nada más subirse al escenario, Carlos Ruiz acudía a 'la abuela Santa Ana' para pedirle consejo. Preguntando «¿cuántos años llevas aquí sentada?», arrancaba el pregón.
Simulando una delicada, íntima y familiar conversación entre una abuela y su nieto, Santa Ana, a través de la voz de la actriz María Alfonsa Rosso, le contaba a Carlos -y a los espectadores- la historia del barrio, y le ofrecía consejos y pautas para dirigirse al público y triunfar con sus palabras.
Esta idea surge a raíz del aburrimiento que Carlos vivió un día de madrugada. Eran alrededor de las cuatro de la mañana y estaba agobiado en su casa. Para despejarse, decide salir a la calle y sentarse en las escalinatas del Colegio Reina Victoria, en la calle Pagés del Corro. Allí empieza a imaginar cómo era la vida durante la época de los corrales de vecinos. «¿Quién me la puede contar», pensaba, sin obtener respuestas. De pronto, una luz iluminó sus pensamientos: «¡La abuela!», exclamó, refiriéndose a Santa Ana, la abuela del niño Jesús y de todos los trianeros.
Momentos emotivos
A lo largo de su discurso, el componente de Cantores de Híspalis hizo referencia al primer paseo que hizo por la Velá de la mano de su tío Faico, un picador de toros, cuando esta fiesta era completamente distinta. Por aquel entonces, el escenario se montaba justo frente al edificio de la antigua Telefónica, entre la calle Pureza y la calle Betis; la obra de Belmonte aún no se había llevado a cabo; el escenario del evento era una esplanada; y pegado al río solo estaba el quiosco de Las Flores.
Además de estar cargado de nostalgia y recuerdos, el pregón estuvo lleno de invitados sorpresa: los miembros del grupo Alquivir, Manuel Albenca, Manuel Volante y Ángel Sánchez Gómez, al que Carlos perteneció desde 1982 hasta el 88; Fran Cortés, el hijo de Chiquetete; Ángel Montoya, cantante; Víctor Torres, guitarrista, y Rocío Díaz, cantante; y, por último, sus compañeros de Cantores de Híspalis, Juani, Diego y Álex.
Sin dejar atrás a los antiguos compañeros del grupo que a día de hoy no les acompañan, el trianero hizo referencia a la soleá que Pascual González le escribió cuando Carlos fue nombrado 'Trianero del Año' en 2014, en la que escribe «Bendita sea Santa Ana por criarme con la leche de los pechos de Triana», a lo que el pregonero responde «Soy un trianero que ha mamado de la teta del barrio de Triana».
Es así cómo, un hombre que ha bautizado su intervención en la Velá de Santa Ana como «pregón exprés», y que lleva desde que nació viviendo en Triana y vinculada a ella, logró conmover a los asistentes con un discurso cargado de emociones, y alguna que otra lágrima de alegría por parte del público, en una noche que culminaba con el encendido del alumbrado de la calle Betis a medianoche. Es oficial: la Semana Grande de Triana ha empezado.
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