en la muerte de antonio burgos
La historia detrás de las 'Habaneras de Cádiz'
En 1984, Antonio Burgos y Carlos Cano compusieron el himno oficioso de la ciudad más antigua de Occidente
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Muerte Antonio Burgos
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Antonio Burgos a través de sus entrevistas
Sevilla
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Iniciar sesiónEl recién fallecido Antonio Burgos y Carlos Cano tenían algo en común que les unía de una forma especial: su gran amor por Cádiz. Uno era de Sevilla y el otro de Granada, pero sentían en lo más profundo de su ... alma un amor único hacia la Tacita de Plata. Como los dos habían hecho, cada uno por su cuenta, un viaje La Habana, ambos coincidieron en que la capital caribeña les recordaba a la ciudad andaluza, y así fue como nació el germen de 'Habaneras de Cádiz'.
Las habaneras eran unas composiciones que habían nacido en Cuba a principios del siglo XIX y tienen unos orígenes difusos, resultado de aplicar los ritmos africanos y caribeños al tango andaluz. A partir de ahí, tanto el periodista de ABC como el revitalizador de la copla vieron un paralelismo entre el Malecón de La Habana y el paseo de la Caleta de Cádiz.
Antonio Burgos declaró en su momento tener el corazón dividido entre dos ciudades, pues aunque había nacido en Sevilla se consideraba gaditano porque «la gente de Cai nacemos donde nos sale de los cojones, que entra mejor en el tres por cuatro».
Cuando la letra estaba avanzada, sirvió como inspiración para unos versos la famosa frase que había pronunciado Lola Flores cuando visitó la capital cubana: «Hijo, esto es como Cádiz, pero con más negros y con más palmeras que las que hay en el Parque Genovés». A partir de ahí, la genial pluma de Antonio Burgos obró el milagro para escribir los populares versos: «Y verán que no exagero si al cantar la habanera / repito: La Habana es Cádiz con más / negritos, Cádiz, La Habanera con más salero».
La canción se terminó en Doñana
Los dos autores del tema quedaron un fin de semana en Doñana para terminar de componer una canción en la que había versos memorables como «Las olas de la Caleta, que es plata quieta / rompían contra las rocas de aquel paseo / que al bamboleo de aquellas bocas / allí le llaman El Malecón...». Y así fue como ambos remataron la popular tonada en 1984. Un año después apareció publicada por primera vez en el disco 'Cuaderno de coplas' del cantautor granadino. A partir de entonces el tema llegó a alcanzar una enorme popularidad en Cádiz y numerosas agrupaciones carnavalescas hicieron sus propias versiones. En el año 1988, Antonio Burgos ataviado con un traje colonial y Carlos Cano vestido de marinero aparecieron por la plaza de San Antonio para pronunciar el pregón del Carnaval de Cádiz, que aún es muy recordado en la ciudad. En el acto intervinieron también Mackarty, Juman, la chirigota Los de la tercera edad de verdad, la comparsa de Paco Alba y un coro formado por numerosos miembros de varios grupos que salieron aquel año.
Posteriormente se han hecho célebres las versiones de María Dolores Pradera, el coro de Julio Pardo, Pasión Vega, Chano Lobato, Nati Mistral, Los del Río y un largo etcétera, pero nadie la ha cantado igual que el propio Carlos Cano.
El 9 de enero de 2001, el Pleno del Ayuntamiento de Cádiz acordó por unanimidad otorgar a Carlos Cano el título de Hijo Adoptivo de Cádiz a título póstumo después de que el cantautor granadino falleciera en diciembre de 2000. En el año 2002, Antonio Burgos fue nombrado Hijo Adoptivo de Cádiz tras una iniciativa que había sido promovida por más de 5000 firmas. Dos años más tarde le dedicarían una calle en La Caleta.
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