El TSJA resucita el «barrio Heineken» de Norman Foster, Isozaki y Nouvel

El proyecto ideado por Monteseirín en los antiguos terrenos de la Cruzcampo necesitaba una recalificación que tramitó Zoido y que paró la Junta de Andalucía

El TSJA resucita el «barrio Heineken» de Norman Foster, Isozaki y Nouvel raúl doblado

alberto garcía reyes

08/04/2015
Actualizado 09/04/2015 a las 07:58h.

El nuevo barrio que se proyectó en 2006 sobre los terrenos que liberó la antigua fábrica de la Cruzcampo en la Avenida de Andalucía se construirá. El Tribunal Superior de Justicia de Andalucía ha dado el visto bueno en una sentencia a la que ha ... tenido acceso ABC y en la que culpa a la Junta de Andalucía de torpedear los proyectos de Sevilla. Lo llamativo de este caso es que el proyecto es una idea de Alfredo Sánchez Monteseirín que se había quedado en el cajón ante la quiebra de la empresa que compró las 20 hectáreas que lo componen, la inmobiliaria Urvasco, por 330 millones de euros. Esta sociedad, que pagó el metro cuadrado a 6.000 euros cuando Heineken reubicó su fábrica en Torreblanca, se vio obligada a entregar el solar al pool de bancos que le había dado el préstamo para la compra. Y en febrero de 2010, el nuevo barrio de vanguardia que se había anunciado para esa zona se quedó en papel mojado a pesar de la flamante presentación que había hecho el alcalde en compañía de los cuatro arquitectos estrella que lo iban a diseñar: Norman Foster, Jean Nouvel, Arata Isozaki y Guillermo Vázquez Consuegra.

Sin embargo, al llegar el PP al gobierno en junio de 2011, la empresa creada por los bancos para gestionar los suelos se interesó en recuperar la idea. Pero Juan Ignacio Zoido se encontró con un problema inesperado. Los terrenos requerían una recalificación urbanística para convertirse en residenciales que Monteseirín ni siquiera había tramitado. El último delegado de Urbanismo del PSOE, Manuel Rey, llegó a llevar a la Gerencia la aprobación del Plan Especial de Reforma Interior de este solar determinando qué zonas de la antigua fábrica desmantelada debían conservarse por su interés histórico y/o arquitectónico, adaptando los medios necesarios para su protección. Asimismo, también destinaba espacio para un parque con instalaciones deportivas, así como la nueva biblioteca central con una reserva mínima de suelo de 4.550 metros cuadrados. Por último, el proyecto preveía una edificabilidad total correspondiente a viviendas libres, viviendas protegidas y usos de servicios terciarios de 255.000 metros cuadrados de techo, con una previsión de reservas de superficie de 70.000 metros cuadrados para espacios libres, 8.000 metros cuadrados para un centro educativo y 1.600 metros cuadrados para transportes e infraestructuras.

Sin embargo, Monteseirín nunca solicitó la recalificación urbanística necesaria. Tuvo que hacerlo Zoido en septiembre de 2012. Y rápidamente se encontró con la Junta de Andalucía como obstáculo. La Consejería de Agricultura, Pesca y Medio Ambiente recurrió la medida del Ayuntamiento argumentando que el proyecto no reservaba espacio para los edificios públicos previstos en el convenio inicial. Pero la sala de lo Contencioso Administrativo del TSJA le niega la razón y da vía libre para que se pueda ejecutar el nuevo barrio, que ya cuenta con nuevos promotores. En una sentencia fechada el 5 de diciembre pasado, a la que ha tenido acceso ABC, el alto tribunal aclara que la Junta no manifestó esta oposición cuando tuvo que informar sobre el referido PERI aprobado por Monteseirín. Además, la Junta alegó que el proyecto contraviene la previsión de construir una biblioteca en la zona, algo que el TSJA también rechaza porque aún no se conoce el proyecto definitivo de urbanización y lo que en este litigio se dirime es si procede la recalificación necesaria para construir viviendas.

Por todo ello, la Sección Segunda de la Sala de lo Contencioso Administrativo considera que el recurso de la Junta no puede prosperar y le impone los costes procesales.