Diez horas en casa esperando al médico

Los profesionales narraban en la manifestación el sufrimiento del día a día y cómo eran objeto de la agresividad de los pacientes y familiares por tanta demora. Reyes de la Iglesia, del Sindicato Médico de Sevilla, decía que ella llega a las casas con «miedo de que me vayan a dar un bofetón». Carmen Román, de Csi-f, relataba las veces que ha llegado siete horas tarde a ver a un paciente oncológico con los efectos de la quimioterapia demandando analgésicos para el dolor.

También hizo hincapié en la cantidad de ancianos con hasta 90 años que viven solosy que se encuentran en las viviendas «rodeados de vómitos» después de «tener que llamar a los bomberos para echar la puerta de la casa abajo» o a los «telefonillos de los vecinos uno a uno para que abran la de la calle».

Son personas mayores que tienen teleasistencia y llaman a los servicios de urgencias que «muchas veces se las encuentran encima de la cama tirada inconsciente y sola».

Reyes Zabala, secretaria provincial de Satse, recordaba que su sindicato está denunciando esta situación desde que en el verano de 2012 quitaron una ambulancia; y, Alfonso González, de UGT pedía la dimisión de los responsables del Dccu en Sevilla mientras que María Dolores Bravo, de CC.OO. apuntaba cómo muchos usuarios quieren solucionar su problema en las urgencias «porque si van a su médico de cabecera dicen que en el trabajo no les dan permiso o les echan».

«Llegan malos y no se dan de baja ni van a su médico de Familia por temor a que le rebajen el salario o, incluso les echan», señalan Bravo y Juan José Suárez, también de CC.OO.

Para Suárez es intolerable que el enfermos tenga que esperar tanto por falta de medios y, como sus compañeros, señala que llegan a las casas tras los avisos a las cinco y hasta a las diez horas.

También sostienen que faltan materiales y medicamentos de primera necesidad en los puntos de urgencias, como por ejemplo, broncodilatadores.

Estos sindicatos han convocado una huelga desde el próximo domingo día 8 y hasta las ocho de la mañana del lunes 16 y ayer ya negociaron con la Administración los servicios mínimos que estarán funcionando.

Denuncian que antes de que empezaran los recortes en 2012, en Sevilla había 36 equipos — cada uno tiene un médicos, un enfermero y un conductor celador— y 6 ambulancias en los puestos móviles y que, a partir de ese año, quitaron un verano uno de esos vehículos y fueron disminuyendolos recursos.

De esta forma, en la actualidad hay sólo 5 ambulancias para los 700.000 habitantes de Sevilla y 26 equipos además de un refuerzo con un vehículo pequeño los fines de semana. Además, critican que esas ambulancias no están en condiciones y que necesitan ser revisadas y adaptadas para que el traslado sea seguro.