Los proyectos arquitectónicos gafados que no vieron la luz en Sevilla

Pero la normativa urbanística lo paró porque no cumplía el espacio reservado a zona verde. Al final, en aquella zona se construyó el aparcamiento, el centro comercial y el hotel, pero de zona verde, nada de nada.

Poco antes de iniciarse el proyecto de Stirling, en 1988 el entonces alcalde, Manuel del Valle, anunció que el reconocido estudio de arquitectura de Ricardo Bofill sería el responsable de transformar la margen derecha del río, entre el puente de Triana y el de Alfonso XIII.

El proyecto ni se llegó a firmar, pero el catalán fue encargado de desarrollar el proyecto «Marina de Sevilla» en el antiguo cauce de Los Gordales.

Fue Ricardo Bofill , como miembro del jurado, quien dio a conocer en 2006 que la nueva biblioteca de la Universidad de Sevilla en el Prado estaría firmada por una de las arquitectas con más prestigio internacional, la iraquí Zaha Hadid , premio Pritzker.

El proyecto, muy en la línea de los edificios rupturistas de la arquitecta, se inició en 2008 pero cuando apenas se había construido el aparcamiento y levantado parte de sus cimientos, en verano de 2012, fue demolido tras la sentencia del Tribunal Supremo que confirmaba que contravenía las normas urbanísticas.

Muy cerca del lugar donde iba esta biblioteca hay otro solar baldío y para el que en su día Rafael Moneo, hoy premio Príncipe de Asturias y entonces ya un reconocido arquitecto que había dejado su impronta en Sevilla con el edificio de la Previsión, en el Paseo Colón, y el del nuevo aeropuerto, proyectó un edificio administrativo para el Ayuntamiento. Sevilla tiene un proyecto de un arquitecto foráneo: Metropol Parasol

Nunca vio la luz porque el paso en la Alcaldía de Soledad Becerril a Alfredo Sánchez Monteseirín, lo echó abajo.

El exalcalde socialista apoyó también una operación urbanística planteada en pleno boom inmobiliario en los terrenos que dejaba libre la Cruzcampo en Nervión para construir allí un complejo de edificios firmados por figuras de primer orden en la arquitectura:el japonés Arata Isuzaki , el francés Jean Nouvel, el británico Norman Foster y el sevillano Guillermo Vázquez Consuegra; de aquel proyecto sólo quedó la foto de todos ellos en el balcón del Ayuntamiento con el entonces alcalde.

Monteseirín sí logró sacar adelante uno de los escasos proyectos en los que un arquitecto foráneo ha logrado terminar en Sevilla, el Metropol Parasol. Eso sí su autor, el alemán, Jurgen Mayer tuvo que cambiar su diseño original, una estructura ligera de acero a otra de madera, para adecuarse al clima de la ciudad.